viernes, 9 de febrero de 2018

Leyendo... Salmo 141


LECTURA DIARIA:
Salmo 141

El salmista pide a Dios que le guarde de usar los recursos de la carne en vez de mantenerse obediente a Dios. 


Además de pedir la intervención de Dios, el Salmo le ayuda a afirmar su fe y sirve para enseñar lo mismo a otros.
Los dos primeros versículos son un clamor urgente de un corazón en peligro de caer en la maldad de los que se oponen a él. El salmista se anima a sí mismo a ser constante en su oración y adoración, tan constante como es el quemar incienso y hacer sacrificios todos los días en el templo.
Cuando atacan con palabras, uno está tentado a responder de la misma manera y así deshonrar a Dios. Los salmos constantemente muestran cuán dañinas pueden ser las palabras de calumnia, enojo y engaño. El salmista pide la protección de Dios para no caer en lo mismo. Pero alguien que no habla malas palabras puede tener pensamientos de odio y venganza; de modo que el salmista también pide que Dios guarde su corazón.
La única manera de evitar el peligro es mirar constantemente a Dios. No expongas mi vida nos hace pensar en la oración no nos metas en tentación, del Padre nuestro (Mateo 6).
El salmista pide ayuda, protección y retribución. Confía en que Dios le mantenga a él a salvo.

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