UN MOMENTO CON DIOS
Devolver un favor
“Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”. (Juan 13. 15)
“Cadena de favores” es una
película que trata de un niño de 12 años que quiere marcar una diferencia en el
mundo. Motivado por un maestro de su colegio, Trevor invita sin permiso de su
mamá, a un hombre sin hogar, a dormir en su garaje. Ignorante de este arreglo,
la madre de Trevor se despierta una noche por un ruido extraño que había
escuchado, para encontrar al hombre que estaba arreglándole la camioneta. A
punta de pistola, ella le exige una explicación. Él le muestra que ha logrado
arreglar la camioneta, y le cuenta acerca de la amabilidad de Trevor. Le
dice: «simplemente estoy devolviendo el favor».
Creo que esto es lo que Jesús
tenía en mente en una de las últimas conversaciones con Sus discípulos. Quería
mostrarles hasta dónde llegaba Su amor. Así que, antes de Su última cena
juntos, se quitó el manto, se ciñó una toalla alrededor de la cintura y comenzó
a lavarles los pies a Sus discípulos.
Esto fue algo escandaloso
porque sólo los esclavos lavaban los pies. Era un acto de servidumbre y un
símbolo que señalaba el sacrificio, la pasión y la humillación de Jesús en la
cruz.
Lo que Él les pidió a Sus
discípulos fue: «Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros
pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros» (Juan
13. 14)
Debían «devolver el favor». Jesús
estaba enseñándoles la importancia del servicio a los demás.
Imaginemos lo diferente que se
vería nuestro mundo si les diéramos a los demás el tipo de amor que Dios nos ha
dado por medio de Jesús: servir de la misma manera que Cristo vino a
servir.
Cada uno de nosotros puede
brindar un servicio a los demás en la vida cotidiana si nos lo proponemos.
Dios les bendiga
abundantemente.
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