UN MOMENTO CON DIOS
No se trata de nosotros
“Entonces un muchacho corrió a contárselo a Moisés: —¡Eldad y Medad están profetizando dentro del campamento! Josué hijo de Nun, uno de los siervos escogidos de Moisés, exclamó: —¡Moisés, señor mío, detenlos!” (Números 11. 27 – 28 )
La mayoría ha oído
decir: «Sé bueno y te daré una recompensa». A veces pensamos en Dios de la
misma manera, que Dios nos favorecerá retribuyendo nuestras buenas obras. Sin
embargo, las Escrituras nos enseñan que ni nuestras buenas obras ni nuestro
buen comportamiento cambiarán el carácter de Dios o influenciarán Sus
decisiones. No es necesario impresionar a Dios para recibir Su gracia.
En la lectura separada para
hoy, es claro que Eldad y Medad no cumplieron la orden de acudir a la tienda,
pero el espíritu de Dios descansó sobre ellos y profetizaron.
A veces, cuando vemos que Dios
actúa a través de gente como Eldad y Medad que no parecen estar haciendo la
voluntad de Dios, reaccionamos como Josué.
Es en esos momentos en los que
debemos recordar que se trata de Dios y no de nosotros. Dios puede obrar a
través de cualquier persona para cumplir Su propósito. No es una invitación a
vivir como nosotros elegimos o simplemente esperar pasivos la bendición del Señor. Se
trata de la seguridad de que no son nuestros actos, sino nuestra voluntad de
cumplir con el propósito de Dios, lo que Dios desea.
Dios les bendiga abundantemente.
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