UN MOMENTO CON DIOS
Recordando lo que Dios hizo
por nosotros
“Pero alégrense todos los que en ti confían; den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; en ti se regocijen los que aman tu nombre.” (Salmo 5. 11)
Todos podemos recordar la
inmensa alegría y agradecimiento que pudimos sentir cuando nuestro Padre
Celestial nos sacó de un grave apuro. Pensábamos que todo estaba perdido y
luego vimos Su gloria y la obra de Su mano sobre nuestra vida.
Es una alegría diferente a
otras alegrías que hemos tenido en nuestra vida. Esta alegría estaba acompañada
de una gran paz y sensación de descanso pues todas nuestras preocupaciones
habían desaparecido.
En nuestra mente y en nuestro
corazón reposan todos esos gratos y buenos recuerdos de esas ocasiones donde Dios
se ha manifestado con Su gloria y con Su poder.
Esos recuerdos son otra razón
por la cual no debemos desesperar cuando nos encontremos con diversas pruebas
en nuestro camino. Dios nos dará una respuesta de salvación en su momento oportuno
y posteriormente volveremos a experimentar esa deliciosa paz y gozo que nos
deja el saber que estamos bien protegidos y resguardados por el amor de Dios.
La única manera de avanzar con
pasos firmes y seguros por la accidentada senda que se despliega ante nosotros
es tomados de la mano del Señor Jesús.
Sólo Jesús puede conducirnos
por el camino más directo y menos peligroso. Sólo ÉL puede calmar nuestros
temores e infundirnos la fortaleza necesaria para avanzar con facilidad y
firmeza. Su amorosa mano está tendida frente a nosotros y sólo necesitamos
extender la nuestra para tomar la de ÉL con fe y mucha esperanza. No sigamos
agotando nuestras escasas fuerzas y permitamos que el Señor Jesús sea nuestro
Guía y Protector.
Cuando llegue la prueba, recordemos
lo que el Señor ha hecho por nosotros, busquémoslo y dejemos todo en Sus manos.
Luego sonriamos pues la respuesta ya viene en camino.
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario