sábado, 23 de marzo de 2024

Un momento... Nuestro mañana está en manos de Dios

 


UN MOMENTO CON DIOS

Nuestro mañana está en manos de Dios

 

 “Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero.» ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. Más bien, debieran decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.» Pero ahora se jactan en sus fanfarronerías. Toda esta jactancia es mala. Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace.”  (Santiago 4. 13 – 17)

 

La única certeza de la vida es que es incierta. Tal como nos lo recuerda el pasaje de hoy, “no sabéis cómo será vuestra vida mañana.”

El billonario norteamericano y experto en bienes raíces Larry Silverstein puede dar testimonio de la verdad de este texto. Aunque era dueño de una gran cantidad de propiedades en la ciudad de Nueva York, según su propio testimonio, él estaba obsesionado con el deseo de añadir a sus posesiones las dos torres gemelas del World Trade Center.

Su sueño, finalmente, se hizo realidad cuando obtuvo un arrendamiento por 99 años de ese majestuoso centro por valor de 3,200 millones de dólares. Apenas seis semanas después de haber completado la transacción, esos imponentes rascacielos fueron totalmente destruidos por el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001.

Tristemente, el cumplimiento de nuestros sueños a veces se puede convertir en una pesadilla. Esto nos recuerda, no sólo la incertidumbre de la vida, sino también la necesidad de alinear nuestros deseos con la voluntad de Dios.

En Su inmensa sabiduría y omnisciencia, Dios conoce tanto el presente como el pasado y el futuro, y por lo tanto tiene toda la información necesaria para hacer planes perfectos, lo cual para nosotros es imposible. Y como ÉL nos ama tanto, Sus planes serán siempre de bendición para nuestras vidas.

Cuando ponemos nuestra confianza en Dios, y sometemos nuestros planes a Su voluntad podemos disfrutar Su paz en medio de la incertidumbre de la vida. Cada uno de nosotros tiene deseos e ilusiones que son legítimas, pero como no conocemos el mañana debemos aplicar la enseñanza del pasaje bíblico de hoy. En vez de presumir que nuestros planes y sueños se cumplirán como nosotros queremos, debemos decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.»

Hagámonos el propósito de acudir a Dios antes de poner en práctica cualquier plan. Pongamos todo en Sus manos, aún aquello que nos parece muy simple, y demos gracias anticipadamente. Confiemos, entonces, que nuestros deseos se cumplirán conforme a la voluntad de Dios, y recibiremos abundantes bendiciones, aunque el resultado final no sea exactamente como nosotros originalmente lo pensamos.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

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