lunes, 11 de marzo de 2024

Un momento... Orar en tiempo de necesidad

 


UN MOMENTO CON DIOS

Orar en tiempo de necesidad

 

"Hermanos míos, ustedes deben tenerse por muy dichosos cuando se vean sometidos a pruebas de toda clase. Pues ya saben que cuando su fe es puesta a prueba, ustedes aprenden a soportar con fortaleza el sufrimiento. Pero procuren que esa fortaleza los lleve a la perfección, a la madurez plena, sin que les falte nada. Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a DIOS, y él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno". (Santiago 1. 2 – 5)

 

La vida tiene muchos momentos de tensión cuando nos falta claridad para seguir adelante o ayudar a los demás. Por medio de la oración podemos recibir dirección.

Pero, ¿cómo funciona esto?

La oración comienza cuando dejamos de ocuparnos de las cosas de este mundo, para hablar con el Señor y pensar en Él. Al quitar nuestra mirada de las circunstancias y enfocarla en Dios, nuestras mentes se aclararán (Salmos 46. 10). Entonces estaremos preparados para recibir Sus pensamientos y presentarle peticiones que estén centradas en Cristo.

En nuestras oraciones debemos seguir el modelo que Jesús enseñó a Sus discípulos, y ser específicos en cuanto a las necesidades concretas que vemos (Mateo. 11 13). Dios quiere darnos no sólo lo que necesitamos, sino también desarrollar nuestra fe en ÉL. La fe aumenta cuando vemos una correlación directa entre nuestras peticiones y Sus respuestas.

Por eso es que es mejor evitar las oraciones generales, no específicas, porque ¿cómo sabríamos que el Señor ha respondido?

Una lista de oración puede dar una imagen de Dios en acción. Si tenemos anotadas nuestras peticiones y Sus respuestas, nuestra fe en el poder de la oración aumentará.

Una petición que Dios promete responder siempre con un “sí” es el deseo de alcanzar sabiduría. Siempre que la necesitemos, debemos pedirla a Dios, y ÉL nos la dará con generosidad. No nos criticará ni nos rechazará por pedírsela con demasiada frecuencia. ÉL desea que tengamos la mente de cristo (1Corintios 2. 16b)

¡Qué Dios tan maravilloso tenemos! ÉL nos invita a venir a ÉL para que le pidamos.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

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