UN MOMENTO CON DIOS
La meditación cristiana
“Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.” (Salmo 19. 14)
Debido al auge de las sectas
orientales que promueven la meditación trascendental y el dejar la ‘mente en
blanco’ como maneras de alcanzar una nueva "espiritualidad", muchos
han confundido el verdadero significado de la palabra meditación.
Siempre que existe algo falso
es debido a que se lo ha copiado del original. La Palabra original bíblica,
“meditar”, significa “pensar”, “reflexionar” en algo específico. Debemos tener
mucho cuidado con lo que meditamos. Al meditar lo hacemos con los pensamientos
de nuestra mente.
Las sectas falsas promueven la
meditación invocando espíritus disfrazados de bondad para llenar la mente de los
que la practican. El cristianismo bíblico promueve la verdadera meditación,
para pensar en el Señor, Sus atributos, poder, grandeza y Sus promesas
registradas en la Biblia.
Toda meditación que no te haga
pensar en cuán bueno y grande es el Señor Jesucristo y cuán poderosa es la
Palabra de Dios, debe ser descartado de nuestra vida.
Nuestra meditación debe
realizarse cada día al orar al Señor y debemos mantenerla durante el resto del
día. Al hacerlo nuestra mente debe centralizarse en Dios y pensar en quién es
el Señor, quién es Aquél que es capaz de ayudarnos en nuestras necesidades.
Alguien dijo, con razón, que nosotros llegaremos a ser iguales a lo que
adoramos e iguales a lo que pensamos.
Nuestros pensamientos: ¿Están
centrados en el Señor y Su poderosa Palabra, o nuestra mente medita todo el
tiempo en las luchas, dificultades o problemas que estamos atravesando?
Dios les bendiga
abundantemente.
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