miércoles, 15 de febrero de 2023

Un momento... La gratitud ante las pruebas de amor de Dios

 


UN MOMENTO CON DIOS

La gratitud ante las pruebas de amor de Dios.

 

 “toda carne es como hierba y toda gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca y la flor se cae más la palabra del señor permanece para siempre” (1 Pedro 1.24)

 

La salud y la abundancia material muchas veces al ser humano le da una sensación de omnipotencia. Ellos viven cada día pensando que son los “intocables” y eternos. Este espíritu de soberbia impide al ser humano darle, cada día, las gracias a Dios por el don inefable de la vida, la salud y la provisión. Muchos creen que todo lo que tienen es por su propio esfuerzo y no se dan cuenta que la respiración es un milagro de Dios y que la salud es una gracia celestial.

Muchos en este día no se han despertado, otros en este mismo momento están siendo internados en algún hospital pues han perdido de repente su salud. Muchos le piden a Dios sanidad de sus dolencias y pareciera que nunca les llega la respuesta.

Pero muchos a pesar de recibir sanidad, no se acuerdan de darle gracias a Dios.

Si recordamos el ejemplo de los diez leprosos donde sólo uno vino a agradecerle a Jesús por su sanidad ya sabemos cuál es el pensamiento del ser humano, es decir, ‘quiere la bendición, pero no al que bendice’. Otros nunca alcanzan un alto nivel de prosperidad pues si Dios lo haría ellos se perderían y se corromperían.

En este día el pasaje nos recuerda que nuestra vida y nuestros logros pueden desaparecer en un instante. Por eso cuando alguien muere se dice que entierran “sus restos”. Ya no queda nada más.

A veces descontamos que cada día vamos a abrir los ojos, gozar buena salud y tener un trabajo prospero. Es tiempo de dejar esa soberbia y orgullo que a nada bueno conduce y empezar a darle gracias a Dios por sus infinitos favores.

Cuando abramos nuestros ojos agradezcámosle al Señor por el milagro de vivir. Si gozamos de buena salud, agradezcámosle por el milagro de la salud sobrenatural, y si caminamos en prosperidad démosle a Dios toda la gloria porque Él es el que da el poder para hacer las riquezas.

¡Todo procede del Señor!

Y no nos olvidemos de leer, estudiar y meditar la Palabra de Dios

pues ella nos hace ver que nuestra vida, nuestra salud, prosperidad que tenemos y la que está por venir, es por gracia del Señor.

Dios les bendiga abundantemente.

 

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