UN MOMENTO CON DIOS
Creados para alabarle.
“Te alabaré, porque formidables y maravillosas son tus obras; estoy maravillado y mi alma lo sabe muy bien.” (Salmo 139. 14)
¿Alguna vez nos hemos
preguntado el motivo de nuestra existencia?
Estamos tan envueltos por las
actividades cotidianas y las preocupaciones que nos agobian, que rara vez nos
detenemos a pensar en el propósito de nuestra vida.
Dios nos ha creado con un
propósito específico:
¡Que le glorifiquemos en todo
momento!
En su Palabra, Dios enfatiza
que debemos glorificarle por Su fidelidad y por Sus grandes obras. Jesús
también reconoció en todo momento la importancia de este tema. Es por eso que
comenzó la oración modelo con palabras de adoración (“Vosotros, pues, oraréis
así: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu
nombre.” Mateo 6.9).
¿Por qué entonces dedicamos
más tiempo pidiendo que adorando en oración? Quizás algunos creyentes sienten
que están demasiado ocupados como para adorar a su Señor. Es posible
que otros se sientan incómodos expresando su gratitud. Ninguna de estas excusas
es aceptable.
El Salmo 103 nos recuerda los
beneficios de adorar a nuestro Creador humildemente. Y nos explica cómo podemos
exaltarle con nuestras palabras. Específicamente se nos dice que debemos
alabarle por sus atributos y por sus obras.
Podemos alabarle de otras
maneras. Los tres términos que más se usan en el Antiguo Testamento para
referirse a la alabanza están relacionados con la música, las palabras de
nuestros labios y los gestos que podamos hacer con nuestras manos. Pero
también podemos alabarle con nuestras acciones, pensamientos y creatividad.
Puede que no estemos muy
familiarizado con el tema de la alabanza. Pero todo ser humano ha sido creado
para alabar a Dios.
Mientras dediquemos tiempo
para estar en la presencia de Dios,
adorémosle por medio de las
alabanzas.
Dios les bendiga abundantemente.
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