UN MOMENTO CON DIOS
El lugar más seguro.
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.” (Salmo 46.1)
Cuando un huracán azota a una
ciudad o una región, las personas que viven allí se preparan para abandonar sus
casas para preservar sus vidas, pero ante la incertidumbre de no saber si será
la última vez que vean su casa y pertenencias como las dejaron.
Las tormentas de la vida se
presentan de muchas formas: huracanes, terremotos, inundaciones, problemas
matrimoniales y con los hijos, pérdidas de la salud o financieras. Cosas que
valoramos tanto desaparecen en un instante.
En las tormentas, las
Escrituras nos señalan el lugar seguro: «Dios es nuestro amparo y
fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no
temeremos, aunque la tierra sea removida» (Salmo 46. 1 - 2)
Los escritores de este salmo
descendían de un hombre que había servido a Dios, pero se había revelado y
muerto en un terremoto: “Y los hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abiram.
Estos Datán y Abiram fueron los del consejo de la congregación que se rebelaron
contra Moisés y Aarón con el grupo de Coré, cuando éste se rebeló contra
Jehová. La tierra abrió su boca y se los tragó junto con Coré; así murió
aquel grupo, cuando el fuego consumió a doscientos cincuenta hombres, para que
sirvieran de escarmiento. Pero los hijos de Coré no
murieron.” (Números 26. 9 - 11).
Ellos muestran humildad y un
profundo conocimiento de la grandeza, compasión y amor de Dios.
Dios está por encima de
cualquier problema. Los que corren a ÉL, descubrirán que, en Sus inconmovibles
brazos de amor, encontramos paz.
Dios les bendiga abundantemente.
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