UN MOMENTO CON DIOS
Conexión de Vida
“Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho” (Juan 15. 7)
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en
nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero
el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” (Romanos 8.
26)
Dios contesta la oración. La
clave para que esto siempre sea así, es permanecer en ÉL. Nos cuesta mucho
trabajo permanecer en las cosas de Dios. Fácilmente nuestros afanes diarios nos
apartan del Señor, el cansancio, la pereza, el entretenimiento en cosas
superficiales, nos hacen sacrificar el tiempo para permanecer en Dios y en Su
Palabra. Esto es una lucha diaria, pero tenemos un aliado quién nos ayuda en
nuestra debilidad y es el Espíritu Santo.
La vida del cristiano es un
diario controlado por el Espíritu de Vida. No es una vida diseñada solo para el
fin de semana, sólo para la Iglesia o para el domingo cuando nos congregamos.
Es una vida diseñada para todo
momento y en todo lugar; para el hogar, el colegio, la universidad, el trabajo,
etc. Es en cada una de estas partes donde el Señor espera que vivamos una vida
llena y controlada por el Espíritu Santo.
La vida llena del Señor debe
ser la fuente de poder y fuerza, que satisfaga cada necesidad que tengamos y
nos ayude a sortear todas las dificultades diarias.
Es claro cuando el apóstol
Pablo dice en el libro de Romanos, que es el Espíritu de Dios, quién nos ayuda
en nuestra debilidad y es el que sabe pedir como conviene. Es nuestro Intercesor.
Él escudriña y conoce nuestro corazón y pide conforme a la voluntad de Dios.
Por eso es nuestro gran aliado.
El Señor quiere que usemos la
oración más que como una lista de peticiones, como una forma de vida. Que
podamos involucrarla en todos los asuntos que nos atañen. Es acercarnos en
silencio en nuestro salón de clase, en la reunión en nuestra oficina, en el
duro trabajo en el hogar, cuando esforzamos nuestras manos para trabajar,
cuando hacemos algún negocio, cuando estamos en un lugar público. La oración
debe ser la constante en nuestra vida.
Ejercitémonos en la oración y
veremos grandes cosas. Recuerda que Dios responde a los anhelos silenciosos del
Espíritu dentro de nosotros.
Dios les bendiga
abundantemente.
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