UN MOMENTO CON DIOS
Tengamos cuidado siempre.
“un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos y por todos y en todos.” (Efesios 4. 5, 6)
Son muchas las personas de
diversas creencias que han sido influenciadas por un líder con una personalidad
carismática, alguien elocuente, convincente y afable.
¡Tengamos cuidado! Las
creencias del cristiano deben basarse en lo que Dios enseña; por eso, asegurémonos
de que las nuestras estén basadas en algo más que las ideas de una persona
influyente.
Pablo advirtió a su pupilo
Timoteo que tuviera cuidado de la falsa doctrina, y con los que enseñaban solo
lo que sus oyentes querían escuchar: “pues vendrá tiempo cuando no
soportarán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán
maestros conforme a sus propias pasiones” (2 Timoteo 4. 3)
Pero, ¿cómo reconocer el error
a no ser que conozcamos la verdad de la Palabra de Dios y podamos usarla como
una vara de medir?
Conocer las enseñanzas de la
Biblia no sólo nos ayudarán a evitar ser engañado por la falsa doctrina, sino
también nos protegerá de la intimidación de aquellos que puedan atacar nuestra
fe.
Por tanto, examinemos lo que
creemos, y por qué lo creemos. Al hacerlo...
1. Evitaremos ser
engañado.
2. Nos protegerán del temor y
la intimidación.
3. Nos prepararán para
responder las preguntas de quienes buscan la verdad.
4. Nos permitirán ser
convincente al presentar lo que creemos.
5. Profundizarán nuestra
relación personal con Dios.
El pasar tiempo regularmente
en la Palabra de Dios, desarrollaremos un filtro bíblico a través del cual pasa
toda nueva información. Ese filtro en nuestra mente nos permite distinguir
entre lo falso y lo verdadero.
Si éste está firmemente
afianzado en nuestra mente y en nuestro corazón, podremos identificar la verdad
de Dios y vivir firmes y confiados en Él.
Dios les bendiga abundantemente.
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