sábado, 7 de enero de 2023

Un momento... La fuente de la sabiduría

 


UN MOMENTO CON DIOS

La fuente de la sabiduría. 

 

 “Dame sabiduría, para que pueda saber lo que está bien y lo que está mal.”  (1 Reyes 3. 9)

 

Un hombre demandó a una mujer, aduciendo que ella tenía su perro. En el tribunal, ella le dijo al juez que el perro no podía ser de él e indicó dónde lo había comprado. La identidad del verdadero dueño se conoció cuando el juez liberó al animal. Moviendo la cola, ¡corrió directamente hacia el hombre!

Salomón, rey del antiguo Israel, tuvo que resolver un asunto parecido. Dos mujeres reclamaban ser la madre del mismo bebé. Después de escuchar los argumentos de ambas, pidió una espada para cortar el niño por la mitad. La madre verdadera le rogó a Salomón que le diera el bebé a la otra mujer, prefiriendo salvar la vida de su hijo, aunque no pudiera tenerlo: “Entonces la verdadera madre, llena de angustia, gritó: —¡Por favor, Su Majestad! ¡No maten al niño! Prefiero que se lo den a la otra mujer.” (1 Reyes 3.26). Finalmente, Salomón le dio el niño a ella.

Se necesita sabiduría para decidir qué es justo y moral, correcto o incorrecto. Si valoramos la sabiduría, podemos pedirle a Dios un corazón sabio, como lo hizo Salomón: “Dame sabiduría, para que pueda saber lo que está bien y lo que está mal.” (1 Reyes 3. 9)

Tal vez Dios nos responda ayudándonos a equilibrar nuestras necesidades y deseos con los intereses de los demás. O anteponiendo a los beneficios presentes las ganancias a largo plazo (a veces, eternas), para honrarlo con nuestra manera de vivir.

Nuestro Dios no es solo un Juez perfectamente sabio, sino también un Consejero Personal dispuesto a darnos abundante sabiduría: “Si alguno de ustedes no tiene sabiduría, pídasela a Dios. Él se la da a todos en abundancia…” (Santiago 1. 5)

Dios les bendiga abundantemente.

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