Leyendo... 2 de Reyes capítulo 9

LECTURA DIARIA:
2 de Reyes capítulo 9

Eliseo envía a uno de los profetas a ungir a Jehú como rey de Israel.
Jehú estaba a cargo de la fortaleza en Ramoth de Galaad, el ungimiento que el joven profeta haría tenía que ser en secreto.
El profeta derramó el aceite sobre la cabeza de Jehú, Dios había nombrado un nuevo rey y nadie lo podría revocar.
Su misión seria destruir a la familia de Acab, Jehú sería un instrumento en manos de Dios. Al matar a todo varón, se acabaría la descendencia de Acab y Jezabel.Jezabel tendría una muerte espantosa.
Jehú dice a los príncipes que Dios lo había ungido como rey y todos lo reconocieron como tal.
Joram había estado peleando contra los sirios.
Ocozías rey de Judá había ido visitar a Joram, estos reyes tenían lazos familiares.
Jehu, fue al encuentro de ellos, cuando los vieron venir, Joram envió un mensajero para preguntar si venían en son de paz.
Joram envió dos mensajeros y ambos decidieron quedarse con Jehú.
Joram entonces pidió preparar su carro para reunirse con Jehú y saber que era la urgencia.
Jehú lo esperaba en la heredad de Naboth de Jezreel. Al verlo Joram le preguntó ¿Hay paz, Jehú? La llegada de Jehú alertó a Joram.
Jehú le dice que nunca ha habido paz con todo lo que su madre Jezabel había hecho.
Joram al escuchar eso volteó las riendas del caballo para huir, y pidió la ayuda del rey de Judá, Ocozías.
Pero Jehú ya tenía preparado su arco para atacar a Joram, la flecha entró por su espalda y salió por el corazón porque Joram estaba montado y Jehú en tierra.
Joram murió de una manera parecida a su padre Acab, por una flecha.
Lo sepultarían luego en le tierra que su padre había robado.
Jehú y su capitán estaban presentes cuando Dios condenó a Acab y sabía que el había cumplido esa profecía.
El rey Ocozías trato de huir sabiendo que su vida estaba en peligro. Pero Ocozías también murió.
A pesar de que su padre fue un hombre de Dios, Ocozías tomo la decisión de vivir en el pecado.
Jezabel comenzó a usar su astucia para salvarse, tratando de intimidar a Jehú.
Jehú pidió a los presentes que se unieran, los que trabajaban muy cerca de la reina, ya estaban cansados de ella.
Y ellos mismos la tiraron por la ventana despedazándose, además fue atropellada por los caballos.
Luego de eso Jehú se sentó a comer.
Los perros se comieron el cuerpo de Jezabel.
Una vez más Jehú vio como la palabra de Dios se había cumplido fielmente.
Tal como dijo Dios sucedió.