miércoles, 12 de abril de 2017

Leyendo... 2 de Reyes capítulo 10


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LECTURA DIARIA:
2 de Reyes capítulo 10

La orden que habia recibido Jehú era de acabar con todos los varones de la casa de Acab.
Los principales de Jezreel y los ancianos estaban con temor a Jehú, después de oír que había matado a Joram.
Jehú quería que escogieran un hijo de Joram para tomar el reino y pelear por él. Pero ellos sabían del carácter de Jehú quien había derrotado a 2 reyes.
Todos estuvieron de acuerdo en rendirse delante de Jehú y no pelear.
Jehú pidió que degollaran a la descendencia de Acab, y los magistrados hicieron lo que Jehú les pidió al pie de la letra. La maldad de Acab y Joram alcanzo a sus hijos. Jehú quería que todos se dieran cuenta de lo sucedido.
Jehú reconoció ante el pueblo que había conspirado y matado al rey Joram, pero dijo no ser el culpable de los 70, aun cuando lo ordenó. Jehú le indica al pueblo que es el cumplimiento de la profecía, les está diciendo que lo que hizo estaba bien delante de Dios.
Cumplió con la misión, pero fue mas allá mató a personas que no tenía que matar en ese lugar.
Mató también a los hermanos de Ocozías rey de Judá, que iban a saludar a los hijos del rey.
Jehú siguió luego con la exterminación de la descendencia de Acab.
La estrategia de Jehú era reunir a los sacerdotes de Baal para luego exterminarlos.
Y una vez que los hubo reunidos, Jehú ordenó acabar con todos los sacerdotes de Baal.
No solo acabo con los sacerdotes, sino también con las estatuas de los ídolos.
Derribaron el templo de Baal, así no tendrían un lugar donde adorar al dios falso Baal. La falsa religión fue exterminada por completo en Israel.
Jehú, hizo grandes cosas pero no fueron suficientes. El corazón de Jehú no se volvió a Dios.
Irónicamente acabó con las estatus de Baal y no acabó con los becerros de oro estaban en Be–tel y Dan.
Dios le habla a Jehú y le dice que no tenia queja de él en cuanto a Acab y Baal, por eso sus hijos se sentarían en el trono. 
Pero no se apartó de los pecados de Jeroboam, es decir, una adoración falsa al Dios verdadero.
En el reinado de Jehú, Dios redujo el territorio de Israel. La falsa adoración de Jehú influyó para que la gente se alejara de Dios y con ellos su bendición.
Aún con todos sus atributos Jehú no pudo con los enemigos, porque Dios no estaba con él.
Después de haber reinado por muchos años Jehú murió.
Reinó en su lugar Joacaz su hijo, Dios le recompensó el haber sido el menos malo de los reyes de Israel con un largo reino.

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