LECTURA DIARIA:
2 de Reyes capítulo 2
Era el tiempo de que Elías sería llevado por el Señor a los cielos. Elías ya tenía tiempo preparando a Eliseo para que se quedara en su lugar.
Elías pide a Eliseo que no lo siga a Betel. Pero Eliseo tomo la firme decisión de seguir a Elías y no dejarlo.
Los dos fueron juntos a Betel, donde había una escuela de profetas que Elías había fundado.
Elías pide a Eliseo que no lo siga a Jericó, pero Eliseo siguió a Elías hasta Jericó.
Los estudiantes de profetas recibieron a Eliseo, ellos sabían que Elías pronto partiría.
Ahora Elías pide a Eliseo que no lo acompañe al Jordán pero Eliseo vuelve a seguir a Elías hasta el Jordán.
Allí Elías separó las aguas del Jordán con su manto para pasar en seco por el lugar, Eliseo se atrevió a pasar con él.
Elías antes de irse quería bendecir a Eliseo y le dice que le pida algo que pueda hacer por él.
Eliseo pidió algo grande y no estaba en Elías cumplir sino en Dios. Eliseo debía de estar atento todo el tiempo para lograrlo.
Elías es llevado en un carro de fuego, esto mostraba la presencia de Dios.
El carro de fuego separó a Elías de Eliseo.
Elías subió al cielo sin ver la muerte en una manera milagrosa.
Padre mío, padre mío son las palabras de despedida de Eliseo a su maestro. Elías fue arrebatado de su presencia y ese fue el último momento que lo vio en la tierra.
Eliseo tomó entonces el manto de Elías, el manto era muy importante porque era símbolo de autoridad.
Al tomar el manto se indicaba que el ministerio de Elías había sido heredado por Eliseo su petición fue contestada.
Eliseo golpeó las aguas, tal como lo había hecho momentos atrás su maestro. Pedía que Dios confirmara que él era el sucesor de Elías. Al igual que Elías, Eliseo separó las aguas, Dios le había confirmado su ministerio.
Los profetas que vieron el milagro, supieron que Eliseo era el sucesor de Elías.
Pusieron a disposición de Eliseo a 50 hombres para buscar a Elías pensaron que podrían encontrar su cuerpo. Pero Eliseo sabía lo que había sucedido, por eso les pidió que no fueran a buscarlo.
Fue tanta la insistencia que Eliseo permitió que fueran a buscarlo aunque no encontrarían nada.
En otro tiempo había un manantial que regaba todo el alrededor de Jericó y lo hacía muy fértil pero en el tiempo de Eliseo estas aguas no servían.
Eliseo pidió un envase nuevo con sal, y la vació en el manantial. El profeta había recibido palabra de Dios de lo que iba a hacer con las aguas por medio de él. Dios las limpiaría y serian purificadas.
En el camino Eliseo se encontró con unos muchachos que se burlaron de él.
Era una falta de respeto grandísima para el siervo de Dios.
Al hacer esto, los muchachos se estaban burlando del Dios de Elías y de Eliseo.
Eliseo pidió que Dios vengara la afrenta de estos muchachos. Pagaron con su vida la insolencia al mensajero de Dios y a Dios mismo.
2 de Reyes capítulo 2
Era el tiempo de que Elías sería llevado por el Señor a los cielos. Elías ya tenía tiempo preparando a Eliseo para que se quedara en su lugar.
Elías pide a Eliseo que no lo siga a Betel. Pero Eliseo tomo la firme decisión de seguir a Elías y no dejarlo.
Los dos fueron juntos a Betel, donde había una escuela de profetas que Elías había fundado.
Elías pide a Eliseo que no lo siga a Jericó, pero Eliseo siguió a Elías hasta Jericó.
Los estudiantes de profetas recibieron a Eliseo, ellos sabían que Elías pronto partiría.
Ahora Elías pide a Eliseo que no lo acompañe al Jordán pero Eliseo vuelve a seguir a Elías hasta el Jordán.
Allí Elías separó las aguas del Jordán con su manto para pasar en seco por el lugar, Eliseo se atrevió a pasar con él.
Elías antes de irse quería bendecir a Eliseo y le dice que le pida algo que pueda hacer por él.
Eliseo pidió algo grande y no estaba en Elías cumplir sino en Dios. Eliseo debía de estar atento todo el tiempo para lograrlo.
Elías es llevado en un carro de fuego, esto mostraba la presencia de Dios.
El carro de fuego separó a Elías de Eliseo.
Elías subió al cielo sin ver la muerte en una manera milagrosa.
Padre mío, padre mío son las palabras de despedida de Eliseo a su maestro. Elías fue arrebatado de su presencia y ese fue el último momento que lo vio en la tierra.
Eliseo tomó entonces el manto de Elías, el manto era muy importante porque era símbolo de autoridad.
Al tomar el manto se indicaba que el ministerio de Elías había sido heredado por Eliseo su petición fue contestada.
Eliseo golpeó las aguas, tal como lo había hecho momentos atrás su maestro. Pedía que Dios confirmara que él era el sucesor de Elías. Al igual que Elías, Eliseo separó las aguas, Dios le había confirmado su ministerio.
Los profetas que vieron el milagro, supieron que Eliseo era el sucesor de Elías.
Pusieron a disposición de Eliseo a 50 hombres para buscar a Elías pensaron que podrían encontrar su cuerpo. Pero Eliseo sabía lo que había sucedido, por eso les pidió que no fueran a buscarlo.
Fue tanta la insistencia que Eliseo permitió que fueran a buscarlo aunque no encontrarían nada.
En otro tiempo había un manantial que regaba todo el alrededor de Jericó y lo hacía muy fértil pero en el tiempo de Eliseo estas aguas no servían.
Eliseo pidió un envase nuevo con sal, y la vació en el manantial. El profeta había recibido palabra de Dios de lo que iba a hacer con las aguas por medio de él. Dios las limpiaría y serian purificadas.
En el camino Eliseo se encontró con unos muchachos que se burlaron de él.
Era una falta de respeto grandísima para el siervo de Dios.
Al hacer esto, los muchachos se estaban burlando del Dios de Elías y de Eliseo.
Eliseo pidió que Dios vengara la afrenta de estos muchachos. Pagaron con su vida la insolencia al mensajero de Dios y a Dios mismo.
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