Leyendo... 2 de Reyes capítulo 17

LECTURA DIARIA:
2 de Reyes capítulo 17

Acaz tenía ya 10 años reinando en Judá cuando Oseas llego a Israel. Oseas sería el último rey de Israel y reino solo 9 años.
No hubo un rey que hiciera lo bueno en Israel. Su maldad no se comparo con los otros reyes, pero aun así fue malo.
Salmanasar rey de los asirios atacó al rey Oseas y este terminó pagándole tributo. Este fue el primer paso para la desaparición de Israel.
Oseas trató de buscar ayuda en Egipto en lugar de buscar a Dios. Al descubrir Asiria el plan de Oseas lo puso en la cárcel. Dios uso a Asiria como instrumento de castigo para Israel. Luego la capital Samaria fue tomada y con ella todo Israel.
El rey de Asiria transportó a la gente importante de Israel que estaba en el mando a su país.
Dios tenía grandes planes para su pueblo, por eso los había sacado de Egipto,
pero Israel decidió seguir a dioses ajenos y olvidarse del pacto que habían hecho con Dios. Israel decidió copiar lo malos de los pueblos paganos.
Se volvieron idolatras y adoraron imágenes hechas por mano de hombre.
Dios los alerto una y otra vez, pero no quisieron entender, ni Judá ni Israel, no le creyeron a Dios. La rebeldía paso de generación a generación.
Más tarde Judá también seria cautiva, pero a diferencia de Israel, Judá no desaparecería.
Israel fue cautivo por imitar a Jeroboam, quien había inventado su propia religión a la cual indujo a Israel. El pueblo pudo haberlo desechado pero no lo hizo. Dios no envió el castigo sin antes advertirles.
El rey de Asiria trajo gente de Babilonia y los puestos principales en Samaria fueron ocupados por extranjeros.
Los babilónicos llegaron con sus creencias y no adoraron a Dios.
Dios envió contra ellos leones que los mataban. Reconocieron que detrás de los leones estaba la mano divina.
El rey envió entonces sacerdotes que antes habían llevado cautivos, que les enseñaran sobre la ley de Dios.
Pero las naciones decidieron ignorar las enseñanzas de los sacerdotes y se hicieron sus propios dioses.
Y solo temían a Dios condicionados a causa de los leones enviados. Nombraron sus propios sacerdotes y adoraban a Dios junto con otros dioses.