domingo, 23 de abril de 2017

Leyendo... 2 de Reyes capítulo 21


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LECTURA DIARIA:
2 de Reyes Capítulo 21

Manasés hizo lo malo ante los ojos de Dios. Nació 3 años después que su padre Ezequías sano. Tuvo un reinado largo, pero no significa que Dios le bendijo.
No siguió los pasos de su padre Ezequías y se desvió del buen ejemplo.
Volvió a edificar los lugares altos que eran centros de adoración a dioses paganos. Levantó altares a Baal y una imagen de Asera. Realizó un culto a las estrellas, el sol y la luna.
Introdujo idolatría al templo de Dios, edificando altares en el mismo templo de Dios. El patio donde estaban los sacerdotes y el patio donde entraba el pueblo.
No dice que solo que consultó agoreros, sino que el mismo fue agorero.
Sacrificó a su hijo al dios Moloc.
En un periodo de tiempo muy corto hizo cosas mucho muy malas. La consecuencia de tanta maldad fue el enojo de Dios.
Dios había prometido una nación firme si le obedecían, desafortunadamente no fue así (2 Samuel 7.10) 
Dios trato de captar su atención y advertirles sobre lo que estaban haciendo pero decidieron no obedecer a Dios y mejor seguir las concupiscencias de su rey. Llegaron a hacer más maldad que la que hacían los cananeos.
Dios no guardo silencio ante tanta maldad realizada por el rey y su pueblo.
Dios aun mantenía un remanente fiel de siervos, como los profetas Oseas,
Joel, Nahum, Habacuc e Isaías. La palabra que ellos traían de parte de Dios era que la disciplina de Su parte seria muy grande.
No solo el rey que estaba en Jerusalén era responsable, sino todo Judá.
Dios declaró la destrucción de Jerusalén como sucedió con Samaria. No tendrían ya ninguna ayuda de parte de Dios.
Dios mismo facilitaría el acceso a sus enemigos quienes los dejarían sin nada, desamparados.
Manasés derramó mucha sangre inocente. El libro de 2 Crónicas da una explicación más amplia de la vida de este rey.
Manasés un de los peores reyes de Judá murió aunque al final de sus días se arrepintió. No fue sepultado con los otros reyes.
A su muerte reinó sobre Judá Amón su hijo. Tuvo un reinado muy corto solo dos años. Desafortunadamente no siguió los pasos de su abuelo Ezequías, pero sí los de su padre e hizo lo malo a los ojos de Dios. 
A diferencia de su padre Manasés, el rey Amón nunca se humilló ante Dios.
Sus propios siervos no estuvieron de acuerdo con su forma de reinar. Y luego de una conspiración lo mataron en su casa.
Más tarde el mismo pueblo vengo a Amón al matar a todos lo que habían planeado la conspiración.
Lo único bueno que dejo el rey Amón fue a unos de los más grandes reyes que tuvo Judá Josías su hijo.

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