Leyendo... 2 de Reyes capítulo 23

LECTURA DIARIA:
2 de Reyes capítulo 23

Este capítulo es continuación de los hechos del capitulo anterior.
Obedecer la palabra de Dios era importante por eso Josías reunió a los ancianos.
Los pecados que se habían realizados fueron muy graves, y los niños debían aprender de lo sucedido para no cometerlos.
Josías no leyó solo lo que le convenía, sino todo el libro, bendiciones y maldiciones.
Y renovó el pacto que había hecho con Dios anteriormente. Seguirían a Dios y no a otros dioses.
Josías no solo escuchó la palabra de Dios sino que tomo acción para obedecerla. Josías, saco los utensilios paganos del templo de Dios y los quemó, tal como lo marcaba el libro de la ley. Y sacó las estatuas de distintos dioses paganos con las que el pueblo se había contaminado.
Ante la gente idolatra Josías estaba profanando sus lugares de adoración,
Josías les mostraba que los dioses no eran nada.
Destruyó las estatuas de los ídolos y les puso polvo de huesos, Josías se atrevió a hacer esto para desafiar a sus dioses y que la gente supiera que había un solo Dios verdadero.
326 años antes Dios había dicho lo que Josías haría, un varón de Dios había profetizado la reforma cuando Jeroboam introdujo la falsa adoración (1 Reyes 13.1-3)
Josías mató sobre los altares á todos los sacerdotes, acabó con ellos para que no motivaran a la falsa adoración.
La Pascua no se había celebrado desde la época de los jueces y Samuel, Josías había leído en el libro de la ley sobre la pascua y volvió a hacer su celebración.
Josías limpió todo vestigio de maldad. La fidelidad de Josías a Dios y su palabra trascendió los tiempos.
Pero a pesar de todo lo hecho por Josías Dios no cambio su opinión y castigaría con mano fuerte a Judá.
Ante Dios Judá ya no existía, como había sucedido con Israel.
Después de que Josías había preparado la casa de Dios, el faraón Necao rey de Egipto subió contra el rey de Asiria, el faraón quería ser el gobernante más poderoso.
Josías no quería que Egipto llegara a fortalecer a Asiria. Si Asiria se levantaba eso consistía un gran peligro para el reino de Josías.
El faraón mando embajadores a Josías para indicarle que no quería pelear contra el. Josías no quiso escuchar la alerta y se disfrazó para entrar en la batalla en Megido.
En la guerra Josías fue descubierto por lo flecheros y le dispararon. Sus hombres lograron cambiarlo de carro y llevarlo a Jerusalén donde murió.
El pueblo lloró mucho la muerte de Josías.
Tal como fue profetizado, Josías murió sin ver el mal que vendría sobre su pueblo.
Lo correcto era que el hijo de mayor edad fuera el siguiente rey, pero el pueblo decidió poner a Joacaz como su sucesor. El hijo de Josías fue puesto por elección popular.
Joacaz subió al trono y en solo 3 meses hizo cosas espantosas en el país y ante Dios.
El rey de Egipto al ver el problema que este rey le podía causar lo quitó del trono.
El rey de Egipto puso a su hermano Joacim alguien débil de carácter y actuó como una marioneta del rey de Egipto. Y por eso hizo lo malo ante los ojos de Dios.