sábado, 18 de febrero de 2017

Leyendo... 2 de Samuel capítulo 5


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LECTURA DIARIA:
2 de Samuel capítulo 5

Dios uso todo lo sucedido a favor de David y las tribus fueron a él. David nunca apresuro su reinado, Dios a su tiempo puso todo en su lugar y el pueblo reconoció el llamado de Dios.
Finalmente el pueblo estaba unido y reconocían que eran hermanos.
Y ungieron á David por rey sobre Israel, la promesa de Dios sobre David se cumplía.
Después de unificar el reino, David se dirigió a Jerusalén, ciudad en poder de los Jebuseos. Estos menospreciaron a David y a su ejército. Al ver a David los Jebuseos no lo dejaron entran y pensaron que podrían vencerlo como a Judá y Benjamín.
David tomó la fortaleza de Sión, Sión es una manera de nombrar Jerusalén en la Biblia.
Para motivar a su gente David prometió hacer capitán al primero que venciera los Jebuseos. Para responder la burla, David pidió acabar con los cojos y ciegos.
Después de haber tomado Jerusalén, David la convirtió en capital, ya que sería más fácil reinar desde ahí.
El hecho de que el rey extranjero Hiram enviara mensajeros con presentes a David, muestra que se le reconocía como rey.
David tomó la costumbre de los patriarcas de la época y tuvo aún más concubinas, las cuales le dieron más hijos.
Al final esta práctica de David fue lo que le trajo una decadencia en su reinado, familia y en su propia persona.
Israel unido representaba un peligro a los filisteos. Mientras estaban divididos no molestaron a David, pero ahora era necesario que los filisteos entraran en batalla.
Vemos ahora a David consultando y dependiendo de Dios para beneficio de Israel.
Con la dirección de Dios, la victoria seria segura sobre los filisteos, quienes vinieron a atacar a Israel.
Dios era quien le daba las estrategias y le hacia ganar las batallas.

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