jueves, 23 de febrero de 2017

Leyendo... 2 de Samuel capítulo 10


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LECTURA DIARIA:
2 de Samuel capítulo 10

Este mismo relato se encuentra en 1 de Crónicas 19. Amón era un pequeño reino en la Transjordania, eran descendientes de Lot quien engendró (Génesis 19.30-38) de sus hijas. Ellos había sido hostil con Israel durante el reinado de Saúl, en su primera batalla él los derrotó. (1 de Samuel 11.1-4)
Pero ahora David, luego de la muerte del rey de Amón quería hacer misericordia con Hanum su hijo, el cual reinaba en su lugar.
David envía sus siervos que era una forma política de enviar embajadores para presentar sus respetos a la familia. Los príncipes o nobles del lugar mal interpretaron esa visita.
El mismo rey Hanum se encargo de humillar a los embajadores de David. EL hecho de que sospecharan de David no justicia lo que hicieron con los embajadores. Les rapó la barba por la mitad. La barba para los hebreos era señal de madurez y honor. También les cortó los vestidos por la mitad. Estos eran unas túnicas largas, cubrían hasta los tobillos. Los hebreos no usaban ropa interior, así es de que fue algo muy vergonzoso para los embajadores de David.
El mal consejo tomado por Hanum le obligó a prepararse para una guerra en caso que David atacara. Como eran una nación pequeña, buscaron contratar a los Sirios por un pago, esta fue una relación muy frágil.
No era la intención de David pelear, pero ahora debía defenderse. David tomó muy en serio esta batalla y envió lo mejor de su ejército comandado por Joab.
El pueblo de Israel se encontraba rodeado por los Sirios. Joab tomo el liderazgo de una parte de los soldados y la otra se la dió a su hermano Abisai.
Joab estaba dispuesto a ayudar a su hermano y luchar hombro a hombro junto a él.
La prudencia estaba con los soldados de David a diferencia de los de Hanum.
Aunque sabían que Dios podía librarlos con un milagro, ellos estaban dispuestos a hacer su parte.
Joab estaba listo para pelear a lado de su pueblo como uno solo, pero sorpresivamente no pelearon porque los Sirios huyeron.
Pero los Sirios no se quedaron con la derrota, nuevamente se reunieron para pelear contra Israel.
En esta ocasión si pelearon contra David, murieron un total de 40,700 hombres más su capitán Sobac. Al final reconocieron la superioridad de Israel y tuvieron que servirles.
Ahora el rey Hanum se encontraba solo sin ningún aliado. Fue una gran victoria para David ya que todos los pequeños reinos de Siria se le sometieron.

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