viernes, 10 de febrero de 2017

Leyendo... 1 de Samuel capítulo 29


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LECTURA DIARIA:
1 de Samuel capítulo 29

Este capítulo no sigue el capítulo anterior cronológicamente, porque aquí los filisteos todavía se encontraban en su marcha hacia el norte. Se reunieron en Afec para pasar revista al ejército. Estaban a casi 70 km. distante de Gilboa todavía. Puesto que Aquis y sus soldados con David y su ejército estaban en la retaguardia, habían pasado hasta aquí inadvertidos. 
Pero los príncipes o comandantes de los filisteos se asustaron viendo a David y sus hombres. 
Les llaman “hebreos”, palabra usada en 1 Samuel siempre por los filisteos al referirse a Israel. Se usa por primera vez en la Biblia en Genesis 14.13 refiriéndose a Abraham. Puede venir del nombre de su antepasado Heber, aunque la raíz de la palabra es cruzar o venirse de más allá. 
Los príncipes de los filisteos llaman a David nuestro enemigo, le miran esencialmente como una persona no grata. 
No querían que vaya a la batalla con ellos. En otras palabras, no sólo sería excluido del campo de batalla, sino que no querían que David y sus hombres subieran a Afec. 
El motivo de su gran desconfianza fue doble. En primer lugar, David tenía fama de haber matado a muchos filisteos. Ellos soportaban su presencia en Siclag pero no podían tolerarle de cerca. 
La conversación entre David y Aquis demuestra el alto aprecio que el filisteo de Gat tenía por David. Cuando jura por Dios que David había sido recto, se puede pensar que el rey había confiado ya en Dios por el testimonio de David. Pero es más probable que invocó el nombre de Dios, tan estimado por David, para afirmar con más seriedad la verdad de su declaración. Lo hizo para demostrarle a David que hablaba en serio. 
A pesar de que al principio David se molestó, Dios usó la sospecha de los príncipes para evitar que tuviera que pelear contra Saúl y sus compatriotas.

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