Leyendo... 1 de Samuel capítulo 26

LECTURA DIARIA:
1 de Samuel capítulo 26

Este capítulo es muy parecido al capítulo 24, Saúl sale a buscar a David para matarlo, pero David le perdona la vida.
Los zifeos vinieron a provocar a Saúl para que matase a David.
Saúl una vez más deja a los verdaderos enemigos los filisteos, por seguir a David de su propio pueblo.
David se enteró que Saúl había salido a buscarlo nuevamente y busca a Saúl y lo encuentra durmiendo con su general a un lado y todos sus guerreros a su alrededor.
David logra llegar a donde estaba Saúl sin despertar a nadie y ve la lanza de Saúl clavada en tierra. Abner estaba cerca de Saúl y no lo estaba protegiendo, estaba durmiendo.
Abisai, que había ido acompañando a David incita a este a que mate a Saúl.
David discierne la situación y entiende que eso no viene de Dios y evitó que Abisai matara a Saúl, y le salvó la vida.
David le dice a Abisai las formas en las cuales Saúl podría morir, sin tener el ningún cargo de conciencia.
Dios estaba ayudando a David, a pesar de la larga conversación que tuvo David con Abisai nadie se despertó, ellos pudieron tomar la lanza y la garrafa y salir de ese lugar.
David se puso en la otra parte para estar a salvo, sabía lo peligroso de Saúl.
La pureza del aire de Palestina hacían que las palabras sean oídas distintamente, dirigidas por una persona desde la cumbre de una montaña a otra persona que está sobre otra cumbre, separadas por una profunda quebrada. De esta manera habló David a Abner, preguntándole porque no respondía.
Al despertarse de un sueño tan profundo Abner no comprendía lo sucedido.
Era su deber velar por el rey y no dormirse.
David cuestiona seriamente la falta de Abner de haber permitido que pudieran matar al rey. En aquella época quien se dormía merecía morir.
Saúl reconoce la voz de David y lo llama hijo mío. Saúl reconoce su falta, pero no se arrepiente.
David pide que haya justicia de Dios, por eso no será el quien la aplique.
David dice que la vida de Saúl fue estimada ante el y espera que la suya lo sea ante Dios.
Aquí Saúl reconoce que David hará grandes cosas.
Después de este encuentro David ya no se confió de Saúl y tomo más precauciones para que no le matase. Esta fue la última vez que Saúl y David se vieron, poco después los filisteos invadieron a Israel y Saúl murió (31.4)
Las palabras de David se cumplirían, Dios pagaría a cada uno conforme a su justicia.