UN
MOMENTO CON DIOS
Razones
para tener esperanza
“Recuerden que en ese entonces ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin DIOS en el mundo.” (Efesios 2. 12)
La esperanza
es lo que nos mantiene vivos. La gente que pierde algún tipo de esperanza por
lo general se convierte en enemigo de la sociedad o en una carga para ella.
Todos
hemos notado esto entre las personas de nuestro alrededor en nuestros estudios
o en nuestro trabajo.
La
gente que no tiene ni sombra de esperanza hace daño o se aleja; se vuelve
suicida, ya sea por su conducta temeraria en busca de una emoción temporal, o
por actos abiertos de desesperación.
Las
religiones del mundo tratan de satisfacer esa sed de esperanza. Ofrecen algo
que intenta darle sentido al aparente caos de la vida. Trágicamente, muchas
personas se aferran a una esperanza falsa.
El
apóstol Pablo enseñó que nuestra única esperanza real se centra en conocer a Dios
tal como se ha revelado a través de su Hijo Jesucristo. En su carta a los
efesios, en el capítulo 2, Pablo dijo que antes de que ellos pusieran su
confianza en Cristo, estaban «sin esperanza y sin DIOS en el mundo»; sin
embargo, al conocer a Cristo tenemos todas las razones del mundo para tener
esperanza.
Hemos
recibido vida espiritual y hemos sido liberados de las garras de la muerte del
que gobierna las tinieblas; tenemos al Espíritu Santo morando en nosotros, el
cual nos capacita para vivir para Dios; tenemos la seguridad de que nada nos
puede separar del amor de Dios; tenemos un Padre que escucha y contesta
nuestras oraciones y nuestro servicio para Cristo serán ricamente recompensado.
Es
fácil preocuparse con los problemas que confrontamos cada día; algunos de
nuestros problemas parecen insuperables.
Con
ninguna otra persona o en ningún otro lugar podrás encontrar la esperanza que
tanto necesitamos; el Señor infunde Su esperanza por medio de Su maravillosa y
perfecta Palabra.
Por
muy desesperanzado que pueda parecer la vida en un momento determinado, tenemos
razones para tener esperanza en esta tierra porque tenemos un Padre en los
cielos que nos ama.
Esta
es una razón más para que nos detengamos y repasemos las razones que tenemos
para tener esperanza. “Espero en el Señor; en ÉL espera mi alma, y en Su
Palabra tengo mi esperanza”. Salmo 130. 5
Dios
les bendiga abundantemente.
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