UN
MOMENTO CON DIOS
La
cita inevitable
"Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan". (Hebreos 9. 27 - 28)
En
la vida hay muchas opciones, en especial para quienes viven en un país libre.
Dónde vivir, con quién casarnos y qué tipo de carrera seguir todo esto es muy influenciado por nuestros
deseos y decisiones. Pero hay un hecho sobre el cual no tenemos ningún
control: nuestra cita con la muerte.
Adán
y Eva, los primeros seres humanos, tuvieron una opción en cuanto a la vida y la
muerte. Cuando DIOS dio a Adán el mandamiento de no comer del árbol del
conocimiento del bien y del mal, le dijo: “Porque el día que de él
comieres, ciertamente morirás” (Génesis 2. 17). Pero Adán y Eva comieron
del árbol prohibido, y el pecado y la muerte se convirtieron en el compañero
constante de la especie humana desde ese día. En la genealogía de la humanidad,
como está registrado en Génesis 5, una frase recalca esto una y otra
vez: “Y murió”.
La
Biblia dice que solamente moriremos una vez y después viene el
juicio. No vamos a un limbo. No reencarnamos. No
nos convertimos en polvo que viaja por el mundo. Morimos una sola vez y
después el juicio.
No
hay más oportunidad una vez que fallecemos. El juicio no es la
oportunidad de hablar y defenderse. El juicio es para llamarte a
cuentas de todo lo que no hicimos y de cuántas veces rechazamos los brazos
abiertos del Señor por preferir seguir con nuestra vida pues así estábamos
bien.
Hay
mucha gente que utiliza el nombre de Cristo y de Dios pero no necesariamente le
pertenecen o tienen comunión con Él.
Para
discernir entre un verdadero servidor, debemos estudiar la Biblia y guardar los
pasajes como el de hoy que nos ayudan a entender Su voluntad.
Si
alguien nos habla de Dios y al mismo tiempo nos dice que las demás religiones
están bien y se van a “su cielo” al morir, debemos recordar que hebreos enseña
que uno muere una sola vez y después viene un juicio y no un
“cielo”.
Aunque
ya no podemos elegir si vivir o morir, hubo otro hombre que sí pudo hacerlo. Su
nombre es JESUCRISTO. En el Evangelio de Juan, ÉL dijo: “Yo pongo mi vida,
para volverla a tomar. Nadie me la quita” (Juan 10.17 - 18). CRISTO,
el Hijo eterno de DIOS y la fuente de toda vida, eligió hacerse hombre para
morir en la cruz como sacrificio por los pecados de la humanidad.
Gracias
a que CRISTO eligió la muerte, el hombre puede vivir al creer en ÉL. Nuestro
cuerpo humano morirá algún día, pero si hemos confiado en la muerte de CRISTO
como el pago por nuestros pecados, resucitaremos como ÉL e iremos al cielo para
estar con DIOS para siempre.
Dios
les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario