martes, 8 de marzo de 2022

Un momento... Para Dios nada es imposible

 


UN MOMENTO CON DIOS

Para Dios nada es imposible

 

 “Porque nada hay imposible para Dios” (Lucas 1. 37)

 

Como estamos viendo, los acontecimientos que nos rodean nos dejan claro un mensaje: que los desafíos en estos tiempos seguirán en aumento. Nos enfrentamos constantemente a muchos cambios y movimiento: a nivel individual hay retos cotidianos, problemas de salud, el mantener relaciones estables, inclusive el alcanzar la excelencia académica, así como retos y anhelos personales, aun el mantener un trabajo, lograr los objetivos en cada obra, y entre las muchas actividades del día a día, pareciera que el “sobrevivir” se está convirtiendo en la norma de vida para muchos.

 Qué decir a nivel familiar donde las relaciones se han vuelto cada vez más tensas como resultado de la presión socio-económica. La vida comunal que en su momento se utilizó para proveer algún tipo de protección social en algunas culturas, se está convirtiendo rápidamente en cosa del pasado. La mayoría de los gobiernos cada vez invierten más en seguridad para sus habitantes, que en desarrollo social y económico. El mundo entero se está enfrentando a innumerables desastres ocasionados tanto por la naturaleza como por el hombre.

A menos que estemos del lado del Señor y confiando en Él, permaneceremos seguros y sin estar sobrecogidos por temores, pensando continuamente que la vida es difícil e imposible. ¿Hay algo demasiado difícil para Dios? No. El que se llama a Sí mismo “Yo Soy El que Soy”, asegura que para Él nada es imposible (Lucas 1:37).

En este versículo en pocas palabras se resume una poderosa verdad. Dios es el único que puede vencer la imposibilidad y hacer que todo sea posible. Si nada es imposible para Dios eso significa que todo es posible para El.
Nuestra mente no puede comprender la profundidad de estas palabras pues nosotros como seres limitados que estamos rodeados de imposibilidades. Dios reside en la atmósfera donde todo es posible y para Él lo “común” son los milagros. Como cristianos tenemos una gran ventaja sobre los demás. Esto, por cierto, es por la Gracia de Dios y está disponible para todo aquel que se acerque a Dios creyendo en Cristo como su Señor y Salvador personal. En la vida no caminamos solos ante nuestras imposibilidades, sino que Él va delante nuestro cambiando la derrota en victoria, la miseria en abundancia, la enfermedad en sanidad, el odio en amor, la violencia en paz y muchas otras cosas más.
Pensemos por un momento en nuestras propias imposibilidades.
Para Dios es cosa común hacerlas posible. ¡El Dios de los milagros sigue vigente hoy y Su mano de poder no se ha acortado!. Él es el mismo de ayer, el mismo que hizo milagros para bendecir al pueblo de Israel y que está presente hoy en nuestros problemas y necesidades para hacer realidad aquello que a simple vista nos es imposible. Nunca lo olvidemos: Si es imposible para nosotros ¡Es posible para Dios!

Dios les bendiga abundantemente.

 

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