lunes, 14 de marzo de 2022

Un momento... La provisión de Dios

 


UN MOMENTO CON DIOS

La provisión de Dios

 

 “Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús” (Filipenses 4. 19)



Cuando las cuentas y las deudas se acrecientan sin saber cómo vamos a hacer para pagarlas, dentro de nosotros comienza un estado de desesperación y angustia. Las presiones económicas vienen a nuestras vidas una y otra vez y si no sabemos cómo manejarlas ellas fácilmente nos destruirán.

 

Dios es predecible como impredecible. ¿Qué significa esto? Que es predecible en cuanto a su fidelidad de suplir nuestras necesidades. En cuanto a esto es predecible.

Pero lo que no podemos predecir es ¿Cómo lo va a hacer? Porque Dios usa diferentes formas y a veces sobrenaturales para suplir nuestras necesidades. Dios podría aumentarle el salario, darle un regalo, ahorrarse un dinero en las compras, etc. Pero, sin importar lo que Dios use, Él siempre proveerá.

 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. (1 Timoteo 6. 8)  

Muchas familias pierden la paz y el gozo por la zozobra de cómo van a suplir sus necesidades. Pero el Señor nos da seguridad. Así que podemos vivir tranquilos y contentos si confiamos en su promesa de provisión.

Para aprender contentamiento tenemos que entender la diferencia que hay entre: una necesidad y un deseo.

Una necesidad, es todo aquello que satisface lo más básico en la vida: comida, vestido y techo.

Un deseo, es todo lo que excede a nuestra necesidad: Una comida en un restaurante fino, un auto nuevo, la última ropa de moda.

La parte de Dios es que Él se ha comprometido a proveer para nuestras necesidades. Pero no prometió proveer para nuestros deseos y Él quiere que estemos contentos cuando nuestras necesidades estén cubiertas.

Sin embargo, el Señor también puede proveer para nuestro deseos, solo hay un requisito para hacerlo y es que nos deleitemos en su presencia. Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.(Salmo 37. 4)

Dios no solo quiero suplir nuestras necesidades, Él quiere cumplir también nuestros deseos. Así que confiemos, Dios proveerá.

Quizás hoy no contemos con los medios para poder salir de las deudas pero sí existe alguien que en el cielo tiene almacenes llenos de todas las provisiones que necesitamos aquí en la tierra. A veces miramos a nuestro trabajo como la fuente de ingresos cuando en realidad la Biblia dice que Dios es nuestra fuente principal de provisión.
Por un instante dejemos de pensar en las deudas actuales y la prisa por saldarlas, para que podamos ver con los ojos de la fe los almacenes celestiales donde Dios tiene allí sus riquezas. Esa provisión celestial te pertenece a los que son sus hijos de Dios.
Si en este día podemos mirar lo invisible (las riquezas en gloria), Dios es poderoso de respaldar nuestra fe y traerlas en forma visible a nuestra vida para suplir nuestra real necesidad económica.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

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