UN MOMENTO CON DIOS
El regalo más grande
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14. 6)
La mayoría de los sistemas tienen una clave de acceso que permite la
utilización de cierto servicio, por ejemplo: abrir una caja fuerte, abrir una
cuenta en el banco, acceder a un programa de internet o para que una máquina
empiece a funcionar. Cuando uno pierde esa clave de acceso se origina un
verdadero problema. Hemos perdido la capacidad de acceso. En el mundo
espiritual sucede algo similar, pero lo bueno es que esa clave de acceso nunca
se pierde sino que está siempre disponible. La clave de acceso a la presencia
de Dios se llama Jesús.
En el pasaje de hoy vemos que Él dijo que era el acceso correcto, verdadero y
real. Ningún otro puede otorgar el verdadero acceso a Dios.
Cuando
el Señor Jesús dice estas palabras, es muy claro al resaltar diciendo «Yo
Soy el Camino». No está diciendo que él es una persona que muestra el camino, o
que es uno de los camino, como piensan muchos filósofos al decir que hay muchos
caminos que conducen al cielo, inventando que todas las religiones llevan a
Dios. Jesucristo dijo que uno solo es el Camino, y es Él.
El
Señor Jesús es el único puente entre Dios y el Hombre (1 Timoteo 2. 5) “Porque
hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre”,
por lo tanto es el único camino que lleva a Dios (Juan 14. 6).
Si nos
encontramos en el camino de Jesucristo, estamos en el camino correcto.
A
través de los años se han levantado sectas y religiones falsas que han engañado
a millones de personas haciéndoles creer que por medio de ellos se tiene acceso
al Dios verdadero. Algunos creen que todos los caminos conducen a Dios pero eso
no es verdad, ya que la Palabra de Dios dice que el Único Camino que conduce al
Dios verdadero se llama Jesucristo.
El acceso a Dios es mucho más fácil de lo que las religiones dicen. Es por eso
que el Cristianismo no es religión, sino una relación personal que podemos desarrollar
con Dios por medio de Cristo y por el poder del Espíritu Santo. Cualquier otro
acceso que busquemos para llegar a Dios, que no sea Cristo, es falso.
Si tenemos a Cristo en nuestro corazón y le hemos recibido como Salvador
personal al creer que Él es el Único Mediador entre Dios y los hombres, estamos
entre las personas que hemos alcanzado el regalo más grande que una persona
puede recibir: ¡El acceso al verdadero Dios!.
Jesucristo
es el único acceso a Dios.
Dios
les bendiga abundantemente.
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