sábado, 26 de marzo de 2022

Un momento... La herida de la traición

 


UN MOMENTO CON DIOS

La herida de la traición

 

 “Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús: --Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete?  Jesús le contestó: --No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.” (Mateo 18. 21 – 22)

 

“Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar.”

Seguramente alguna vez nos traicionaron, nos jugaron sucio bien sea en el matrimonio, noviazgo o aún en el trabajo o ministerio.

¿Nos está doliendo la herida? ¿Queremos perdonar y no podemos? ¿Estás tentado de empezar a pagar con la misma moneda? Lo más seguro es que lleguemos a pensar que fuimos unos tontos, y que eso no nos lo volverán a hacer nunca más.

Tenemos tres opciones:

 Nuestra primera opción es mantener la distancia, queremos sentirnos protegidos y asegurarnos que no volverá a lastimarnos. Es la natural.

Nuestra segunda opción es pagar los platos rotos con personas que no tienen nada que ver con el asunto. Empezamos a contaminar a otros. Es la carnal.

Nuestra tercera opción es perdonar y entregar esa herida a DIOS. Él es el único que puede sanar, restaurar y renovar nuestras convicciones y nuestra actitud de servicio y compromiso con los demás. Es la espiritual.

Si hay alguien que puede entender la traición es Jesús, en Lucas 23. 34 dijo: “¡Padre, perdona a toda esta gente! ¡Ellos no saben lo que hacen!”, así que Él entiende tu dolor y está presto para sanarte y ayudarte en el proceso. Las heridas son oportunidades para crecer y madurar en la vida.

El perdonar no es una opción, es una orden divina para poder experimentar libertad en las relaciones y en la vida.

Es un proceso que podría tomar un tiempo donde se busca re establecer la confianza y para hacerlo se requiere compromiso de cambios y responsabilidad.

“Si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, DIOS, su Padre que está en el cielo, los perdonará a ustedes. Pero si ustedes no perdonan a los demás, tampoco su Padre los perdonará a ustedes.” Mateo 6.14 - 15

No dejemos que las heridas nos limiten en nuestro potencial que cercenen nuestros sueños.

DIOS puede cambiar nuestro desierto en paraíso si estamos dispuestos a perdonar, amar y servir sin esperar nada a cambio. DIOS va a usar nuestras heridas para bendición de otros.

Hoy es el mejor día para perdonar y ser sanado de toda herida. Es tiempo de vivir la vida extraordinaria.

Dios les bendiga abundantemente.

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