sábado, 19 de marzo de 2022

Un momento... La oración el mejor antídoto

 


UN MOMENTO CON DIOS

La oración el mejor antídoto


“Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes" (1 Pedro 5. 7)



Son tantas las tareas, los compromisos, las responsabilidades, los deseos, que nos toma una inquietud mayor que nosotros mismos, y cuando nos damos cuenta, estamos sufriendo por algo que aún no ha sucedido y que puede suceder de una manera completamente diferente a la que imaginamos.

Tendemos a pensar que nuestros problemas son más grandes y que nuestra vida es más difícil que la de los demás; por eso no nos conformamos con propósitos a largo plazo, todo tiene que ser para ahora, ya, ¡ello no puede esperar!

Las ansiedades y/o preocupaciones son un estado interior que se manifiestan hacia el exterior. Existen dos clases de ansiedades y/o preocupaciones. La que viene sobre la vida de aquellos que están atravesando circunstancias adversas y negativas y la que vienen como resultado de recibir algo muy agradable o deseado.
Debemos aprender a controlar la ansiedad pues es altamente destructora de la salud. Los médicos coinciden al decir que las ansiedades y/o preocupaciones pueden causar en el ser humano úlcera en el estómago, estrés y hasta un infarto. Además de esto también nuestra vida emocional y espiritual es afectada para mal.
La Biblia en muchos pasajes nos advierte acerca de la necesidad que tenemos de aprender a controlar las ansiedades y/o preocupaciones. La solución no reside en tomar un tranquilizante o salir de vacaciones a un lugar tranquilo. La solución no la tenemos en un frasco o a millas de nuestro hogar, sino donde estamos ahora. El versículo de hoy nos aconseja a que echemos todas nuestras ansiedades y/o preocupaciones sobre el Señor.

La manera de echar nuestras cargas ante Dios es por medio de la oración cotidiana. Allí podemos encontrarnos con el Señor y contarle cada uno y todos nuestros problemas. La oración es el mejor antídoto contra las ansiedades y/o preocupaciones. Cuando derramamos nuestro corazón ante el Señor y le entregamos todas nuestras cargas, ansiedades y/o preocupaciones, quedamos vacíos y podemos ser llenos de la presencia del Espíritu Santo. Nuestra vida se llenará de fe, paz y esperanza.
No sigamos con nuestras cargas a cuestas. Como cristiano tenemos la gran posibilidad de vivir llenos de paz en medio de las circunstancias más nerviosas de la vida. Entreguemos todas nuestras cargas al Señor y experimentaremos la gloriosa sensación de sentirnos guardados bajo el cuidado de Dios.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario