UN
MOMENTO CON DIOS
Algo
nuevo de Dios
“Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril.” (Isaías 43. 19)
Cuando
las puertas comienzan a cerrarse y los caminos parecen confusos, en nosotros se
crea una extraña sensación de imposibilidad y de frustración, haciéndonos ver
todo complicado, oscuro y sin salida.
La
vida tiene muchas etapas en las cuales atravesamos tiempos desérticos, donde
parece que todo estuviera trabado y sin fruto aparente.
En la
Biblia se nos presentan cuadros similares, una y otra vez, donde DIOS
interviene con su voz potente para decir que Él puede cambiar la situación.
El
Señor es especialista en milagros, Él hace las cosas nuevas aunque nos parezca
imposible; Él abre un camino en el desierto y derrama agua en el sequedal.
Quizás
exista en nuestra vida algún área seca, desértica, que humanamente hablando no podamos cambiar, ni podamos
hacer nada para revertirla.
Nuestras
imposibilidades deben guiarnos a postrarnos ante el Señor para buscar su
rostro, contarle a Él nuestros problemas y necesidades, darle lugar para que,
de acuerdo a Su voluntad, transforme nuestro desierto y nuestra soledad en algo
nuevo y productivo.
Nuestras
imposibilidades son el comienzo de las posibilidades poderosas de Dios.
Dios
siempre está adelante, nunca atrás, nunca en el pasado.
Dios
nos invita a seguir avanzando, a pesar de que sea lo que sea que estemos viviendo.
A
pesar de la oscuridad de la noche, siempre llega el amanecer.
Quizás
parecería imposible por la noche, creer que saldrá el sol nuevamente y
que volverá a iluminar todo con sus rayos de luz, pero así sucede cada
día.
Quizás
hoy nos sintamos como en un callejón sin salida, como si delante nuestro hubiera
una pared que no nos deja avanzar; pero si levantamos nuestros ojos al cielo y
confiamos en Jesús, todo puede volver a empezar en nuestra vida.
Salmos
121.1 dice: "¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Dios que
hizo los cielos y la tierra".
Dios
es el único que nunca dejará de ayudarnos. El Señor es el único que puede
pensar en nosotros, sin pensar en Él primero; ya nos lo demostró en la cruz del
calvario, cuando entregó Su vida por nosotros, cuando aún ni siquiera lo
conocíamos, a pesar de que no lo teníamos en cuenta; entregó su vida, murió,
resucitó y de esa manera nos regaló la salvación y la promesa de una vida
eterna junto a Él.
Esta
situación tan difícil que podemos estar atravesando, llegará a su
fin, no es para siempre, solo confiemos en Jesús, Él está a nuestro lado
esperando que lo busquemos, que hablemos con Él, que le entreguemos nuestras
cargas y problemas, para darnos libertad. Jesús desea que confiemos y dependamos
solamente de Él; porque el hombre puede hacernos promesas que nunca va a
cumplir, pero Jesús no es así; dice la Palabra de Dios: Dios no es hombre,
para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y
no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá? Números 23.19.
Dios
les bendiga abundantemente.
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