TIEMPO DE REFLEXIÓN
“Ustedes tuvieron
compasión de los que estaban en la cárcel, y hasta con alegría se dejaron
quitar lo que poseían, sabiendo que en el cielo tienen algo que es mucho mejor
y que permanece para siempre.
No pierdan, pues, su confianza, porque ella
les traerá una gran recompensa”.
Hebreos 10. 35 – 36
La Biblia constantemente nos
enseña a crecer espiritualmente y poner nuestra mirada en las cosas de Dios y
no las de este mundo.
Tenemos promesas que se
cumplirán cuando seamos llamados a la presencia del Señor y disfrutaremos en
grande junto con Él. Pero también hay bendiciones mientras estamos aquí.
Simplemente, cuando vivimos obedeciendo y sirviendo a Dios, nuestra vida
se transforma de tal forma que la Palabra de Dios nos dice que tenemos vida en
abundancia.
Estos versículos nos motivan
a no perder la esperanza a no desanimarnos por todo lo que tenemos frente a
nosotros. A no bajar la mirada del cielo y dejar que los problemas
parezcan mayores que el Señor.
El enemigo, el Acusador,
buscará hacernos sentir mal y tratará de que apartemos nuestra mirada del Señor
y veamos los obstáculos y no el camino.
El pasaje nos dice que nosotros debemos
perseverar. ¿Qué significa esta palabra? El diccionario dice: durar
permanentemente o por largo tiempo; continuar con constancia lo que se ha
empezado.
Mantengámonos firme. Pasemos tiempo con
Él en oración y leyendo su Palabra.
No debemos perder la
confianza y perseverar. Si hemos empezado a caminar con el Señor, no paremos.
No bajemos la mirada. No nos desanimemos. No temamos.
Sigamos confiando en Él pues
nuestro corazón necesita pruebas para ser moldeado y transformado. Así
recibiremos Sus promesas al hacer y permanecer en su voluntad.
Obedecer a Cristo, aquí en este mundo, no solo traerá bendiciones cuando vayamos con Él sino también en esta vida.
Obedecer a Cristo, aquí en este mundo, no solo traerá bendiciones cuando vayamos con Él sino también en esta vida.
Dios les bendiga
abundantemente.
Amén
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