LECTURA
DIARIA:
Filemón
Introducción
Pablo
escribió la epístola a Filemón.
Pablo
preparó la epístola a Filemón durante el primer encarcelamiento del apóstol en
Roma, alrededor de 60–62 d.C.
La
epístola a Filemón es una carta personal referente a Onésimo, un esclavo que
había robado a su amo Filemón, y había huido a Roma.
Es
probable que Filemón fuera un converso griego y residente de Colosas. Permitió
a la congregación de la Iglesia que se reuniera en su casa. Después de escapar,
Onésimo se unió a la Iglesia y llegó a ser un “hermano amado… en el Señor” (Filemón 1. 16)
Pablo
escribió a Filemón para alentarle a que recibiera a Onésimo de vuelta como un
hermano en el Evangelio, sin los castigos severos que normalmente se imponían a
los esclavos que escapaban (Filemón 1.17).
Pablo incluso ofreció restituir cualquier pérdida financiera que Onésimo le hubiese
causado a Filemón (Filemón 1.18–19).
Filemón
es la epístola más corta de Pablo, y quizás la más personal. Es una carta dirigida
a una persona privada; como tal, no incluye mucho texto doctrinal. Sin embargo,
la súplica de Pablo a Filemón para que se reconciliara con el esclavo Onésimo
demuestra cómo las doctrinas del Evangelio se aplican a la vida diaria; en este
caso, muestran que nuestra relación con Jesucristo nos lleva a una relación
familiar con todos los otros seguidores de Cristo y ponen de relieve la
importancia de la misericordia y del perdón.
Pablo
elogia a Filemón por el amor que ha mostrado a los santos. Explica que el
esclavo de Filemón que se había escapado, Onésimo, se ha convertido al
Evangelio. Pablo le pide a Filemón que reciba de vuelta a Onésimo como un
hermano en el Señor. Ofrece restituir cualquier pérdida financiera que Onésimo
le haya causado.
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