LECTURA
DIARIA:
1
Timoteo capítulo 3
Ser
líder de la iglesia ("obispo") es una gran responsabilidad porque la
iglesia pertenece al Dios viviente. Los líderes de la iglesia deberían ser
elegidos por la iglesia porque respetan la verdad, tanto en lo que creen como en
la forma en que viven.
La
palabra obispo puede referirse a pastor, líder de iglesia o anciano que
preside. Es bueno querer ser un líder espiritual pero las normas son elevadas.
Aquí, Pablo enumera algunas de las cualidades.
La
lista de las cualidades para ser oficial de la iglesia indica que vivir una
vida irreprochable requiere gran esfuerzo y autodisciplina. Todos los
creyentes, aunque no planeen ser líderes de la iglesia, deberían procurar
aplicar a sus vidas estas directivas porque tienen que ver con lo que Dios dice
en cuanto a lo que es correcto y verdadero. La fuerza para vivir de acuerdo a
la voluntad de Dios viene de Cristo.
Cuando
Pablo dice que cada obispo debería tener una sola esposa, está prohibiendo
tanto la poligamia como la promiscuidad. No está prohibiendo que una persona
soltera llegue a ser un anciano o que un viudo anciano vuelva a casarse.
A
veces, los obreros cristianos cometen el error de pensar que su trabajo es tan
importante que se justifica el ignorar a sus familias. El liderazgo espiritual,
sin embargo, debe empezar en casa. Si un hombre no está dispuesto a cuidar,
disciplinar y enseñar a sus hijos, no está calificado para dirigir la iglesia.
No permita que su actividad voluntaria lo desvíe de sus responsabilidades
familiares.
Los
nuevos creyentes deben llegar a ser firmes y sólidos en su fe antes de asumir
el rol de líderes en la iglesia. Demasiado a menudo, cuando la iglesia busca
desesperadamente obreros, ubica a nuevos creyentes en cargos de responsabilidad
para los que no están preparados. La nueva fe necesita tiempo para madurar. Los
nuevos creyentes deberían tener un lugar de servicio pero no deberían ocupar
puestos de liderazgo mientras hasta que no estén firmes en su fe, con un sólido
estilo de vida cristiana y conocimiento de la Palabra de Dios.
Los
creyentes más jóvenes que son seleccionados para cargos oficiales deben
cuidarse del orgullo. El orgullo puede hacer que aquellos que son inmaduros
sean susceptibles a la influencia de gente inescrupulosa. El orgullo y la
presunción fueron los motivos de caída de satanás, y él utiliza el orgullo para
hacer caer a otros.
Diácono
significa "uno que sirve". Esta función tuvo su comienzo con los
apóstoles en la iglesia de Jerusalén (Hechos 6.1-6) para velar por las
necesidades físicas de la congregación, especialmente de las necesidades de las
viudas de habla griega.
Pablo
dice que los posibles diáconos deben ser probados primero antes de ser llamados
a servir. Cuando se refiere a las mujeres puede significar tanto esposas de los
diáconos como líderes femeninas de la iglesia.
Pablo
esperaba que la conducta de las mujeres prominentes en la iglesia fuera tan
responsable como la de los hombres prominentes.
Pablo
confirma la humanidad y divinidad de Cristo. Al hacerlo revela el corazón del
evangelio, "el misterio de la piedad" (el secreto de cómo llegamos a
ser piadosos). "Manifestado en carne", Jesús fue hombre; la
encarnación de Jesús es la base de nuestra justificación con Dios.
"Justificado en el Espíritu". La resurrección de Jesús demostró que
el poder del Espíritu Santo estaba en El (Romanos 8.11). "Visto de los
ángeles" y "recibido arriba en gloria", Jesús es divino. No
podemos agradar a Dios por nosotros mismos, debemos depender de Cristo. Como
hombre, Jesús vivió una vida perfecta y es un perfecto ejemplo de cómo debemos
vivir. Como Dios, Jesús nos da el poder para hacer lo recto. Es posible vivir
piadosamente, a través de seguir a Cristo.
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