LECTURA
DIARIA:
2
Timoteo capítulo 2
Gracia
significa favor inmerecido. Así como somos salvos por gracia, debemos vivir por
gracia, Pablo le aconseja Timoteo esforzarse en ella.
Esto significa confiar
por completo en Cristo y su poder, y no tratar de vivir en Cristo sólo en
nuestras propias fuerzas.
Al
predicar y enseñar, Timoteo enfrentaría sufrimiento, pero resistiría. Pablo usó
la comparación de soldados, atletas y agricultores, todos los cuales deben
disciplinarse a sí mismos y estar dispuestos a sacrificarse para lograr los
resultados que quieren.
Pablo
le dijo a Timoteo que reflexionara en sus palabras y que Dios le daría la
visión.
En
los tiempos de Timoteo muchos afirmaban que Cristo era divino pero no humano,
Dios pero no hombre. En nuestros días con frecuencia escuchamos decir que Jesús
era humano pero no divino, hombre pero no Dios. Uno u otro punto de vista
destruye las buenas nuevas de que Jesucristo ha llevado nuestros pecados sobre
sí mismo y nos ha reconciliado con Dios.
Pablo
establece con firmeza que Jesús es completamente hombre ("linaje de
David") y totalmente Dios ("resucitado de los muertos"). Esta es
una doctrina importante para todo cristiano.
La
salvación no es algo que se pueda ganar, como Pablo enseñó en Efesios 2. 8-9.
Pablo en el versículo 10 se está refiriendo a ser fieles hasta el fin, no a una
forma de ganar la salvación.
Dios
es fiel con sus hijos y aunque debamos sufrir grandes dificultades aquí, nos
promete que algún día viviremos eternamente con El. Esta verdad confortó a
Pablo mientras pasaba por el sufrimiento y la muerte.
Pablo
exhorta a Timoteo a recordar a los creyentes que no discutan sobre detalles sin
importancia o que tengan discusiones necias ("profanas y vanas
palabras") porque tales argumentos son confusos, inútiles y además
nocivos. Los falsos maestros amaban las disensiones y divisiones por sus
sutilezas sin sentido y por sus detalles sin importancia.
Debido
a que Dios examinará la clase de obreros que hayamos sido, edifiquemos nuestras
vidas sobre su Palabra y edifiquemos la misma sobre nuestras vidas, porque sólo
ella nos dice cómo debemos vivir para El y servirle. A Himeneo también se le
menciona en 1Timoteo 1.20. Pablo lo había "entregado a satanás"
porque sus falsas enseñanzas respecto a la resurrección estaba afectando la fe
de algunos.
Los
falsos maestros negaban la resurrección del cuerpo. Creían que cuando una
persona llegaba a ser cristiana renacía espiritualmente y que esta era la única
resurrección que tendría lugar. Para ellos, la resurrección era simbólica y
espiritual, no física. Pablo enseñó con claridad que los creyentes resucitarían
después de haber muerto y que sus cuerpos, así como sus almas, vivirían
eternamente con Cristo.
Pablo
insiste ante Timoteo para que sea la clase de persona que Cristo pueda usar
para sus propósitos.
A
Timoteo se le advirtió que huyera de cualquiera cosa que produjera malos
pensamientos. Saber cuándo alejarse es tan importante en la batalla espiritual
como saber cuándo y cómo pelear.
Como
maestro, Timoteo ayudaba a aquellos que estaban confundidos acerca de la
verdad. La advertencia de Pablo a Timoteo, y a todos los que enseñan la verdad
de Dios es ser amable y gentil, paciente y cortés al explicar la verdad.
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