miércoles, 28 de marzo de 2018

Un momento... NO SOLO OÍDORES



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
NO SOLO OÍDORES

Jesús habló tres años con los discípulos. Caminó con ellos. No era una simple predicación en un templo. Jesús vivió con los discípulos. Durmió con ellos, comió con ellos durante tres años. 


Y Sin embargo no entendieron nada. Cuando vieron a Jesús en la cruz los discípulos se fueron, volvieron a su anterior vida entristecidos. 
Hubo algunos, como los discípulos que camino a Emaús se encontraron con el Señor y ni siquiera lo reconocieron.
Él habló de su muerte y su resurrección varias veces, sin embargo no entendieron.
Y no podemos culparlos ni echar tierra sobre ellos. Hay un tema central, el Espíritu Santo, todavía no había sido dispensado.
Pero si después de Hechos 2, nosotros decidimos seguir viviendo en ignorancia, entonces ya no tenemos excusa.
“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”. Hechos 2. 1 - 4.
Pero cuidado, el Espíritu Santo no vino solamente para que hablemos en lenguas y vivamos hermosas experiencias espirituales.
El Espíritu Santo, Jesús mismo se lo dijo a los discípulos cuando estaba con ellos, sería su ayudador, el ayudador de cada creyente que viniera después de ellos.
Muchas veces, lo que la gente tiene de la Palabra de DIOS, es una interpretación tradicional.
Si el Espíritu Santo no abre nuestro entendimiento, nosotros perdemos el tiempo leyendo, estudiando u oyendo.
Por eso es indispensable que cada día pidamos al Espíritu Santo que abra nuestro entendimiento.
Cuando Jesús habla de las dos casas que se construyen, una en la arena y otra en la roca, compara a la persona que escucha y hace lo que le ha dicho, como ese entendido, ese sabio que edifica su casa sobre la roca.
No basta escuchar, si luego no vamos a hacer algo con lo que escuchamos.
Y mucho menos si no leemos con entendimiento, y lo hacemos solo como una rutina, “porque creemos que lo tenemos que hacer”.
La Palabra de DIOS nos fue dada como manual de vida, no solo para que la aprendamos, hay que vivirla, poner en práctica todos los días sus enseñanzas.
Para eso DIOS, nos ha dado el Espíritu Santo quien nos revela Su Palabra cada vez que la leemos a través del discernimiento que nos da.
El Espíritu Santo nos revela la Palabra.
¿Y qué se supone que hagamos con esa Palabra revelada?
Ahí está el punto. Es valioso que otros puedan ayudarnos a resolver un problema, pero mucho más valioso es capacitarnos para que lo resolvamos sin ayuda de otros, solo con la ayuda, a través del discernimiento que nos da el Espíritu Santo que está en nosotros.
Vivamos la vida cristiana a pleno, esa vida abundante que nos dijo el Señor, seamos hacedores de Su Palabra tenemos un hermoso compañero de ruta que nos revela y nos enseña que hacer.
Dios les bendiga abundantemente.

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