LA BATALLA DE LA MENTE
Lo que la Biblia denomina como mente es el lugar donde se pelean las más grandes batallas. O ganamos o perdemos, pero toda batalla que empecemos a gestar en nuestra vida, va a comenzar inexorablemente en nuestra mente.
Cuando tenemos una mente perdedora, estamos derrotados antes de empezar. Antes de comenzar a hacer algo, ya hemos fracasado. Porque ya hemos perdido en nuestra mente. Pero si tenemos la mente del Señor, una mente triunfadora, cualquier cosa que emprendamos, será victoria.
“Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”. Isaías 55. 7 – 9.
Aquí dice que primero, debemos dejar dos cosas. Caminos equivocados y pensamientos equivocados.
La mayoría de nosotros, cuando recibimos al Señor, y nos hacemos hijos de DIOS, y comenzamos a ser formados, abandonamos caminos equivocados. Muchas conductas equivocadas. Robos, drogas, adulterio, fornicación, son algunas de las cosas que tú dejas de hacer cuando conoces a Jesucristo.
Pero, el dejar pensamientos equivocados, es un proceso más largo y más lento. Nosotros podemos cambiar conductas, pero los pensamientos equivocados siguen viviendo en nosotros.
Lo que hemos recibido de nuestros padres, por ejemplo. Dice el apóstol Pedro que nosotros hemos sido rescatados de una vana manera de vivir, la cual aprendimos de nuestros padres. A lo mejor tu mamá y tu papá ya murieron, pero siguen viviendo en tu mente, en tu estructura de pensamiento.
Pensamientos equivocados. Pensamientos de derrota, de fracaso. Pensamientos de pesimismo. Pensamientos de insuficiencia, de infelicidad. Todo está allí, en la mente. Dice el Señor que nosotros debemos abandonar pensamientos equivocados.
Isaías dice: “deje el inicuo sus pensamientos”. Lo que está diciendo es que dejemos de pensar como pensábamos antes. Esto es complejo, porque desde niños nos enseñaron a pensar de un modo determinado.
Hay dos formas en las que podemos pensar. Uno es el pensamiento consciente, que es cuando usamos la mente, razonando, exponiendo algo, etc. Opera un pensamiento consciente. Pero la mayor parte de nuestra vida, nosotros no usamos nuestra mente, sino que es nuestra mente la que nos usa a nosotros.
Hablamos con nosotros mismos pero en silencio. Pero por nuestros pensamientos equivocados, cuando enfrentamos un problema, viene siempre el mismo pensamiento de derrota, como si alguien lo hubiera instalado allí para que funcione siempre que apretemos el enter de nuestra mente. Nos resulta imposible salirte de esa línea de pensamiento.
Podemos estar en una iglesia, levantar las manos y hasta danzar, pero nos es difícil saber qué va a haber en nuestra mente mañana cuando nos levantemos.
El apóstol Pablo dice en Gálatas que la mente, la carne, la vieja estructura, combate contra nuestro espíritu. Y nuestro espíritu fue redimido y recreado por el nuevo nacimiento. Ahora nuestro espíritu vive. Antes estaba como un ciego que tiene ojos pero no ve, o un sordo, que tiene oídos pero no oye.
Gálatas 5. 16 – 17.
Eso ocurría hasta que el Señor vino y sopló con Su Espíritu a nuestro espíritu, y nuestro espíritu revivió.
La fuente del gozo, de la alegría, de la paz, de la sabiduría y de todo el conocimiento está dentro de nosotros y se llama Espíritu Santo.
Y de acuerdo con lo que dice Pablo en Gálatas, hay un campo de batalla muy singular para ese combate, es la mente.
¿Cómo podríamos ser liberados de eso? Pablo dice que las armas de nuestra milicia son poderosas en DIOS para la destrucción de fortalezas. Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. 2 de Corinitos 10. 4 – 5.
Deberíamos declarar cada mañana al levantarnos que hoy vamos a llevar cautivo todo pensamiento que se levante contra la sabiduría de DIOS.
Es una batalla, Pablo dice que es una batalla interior, es una guerra.
Pero dice la palabra que somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. DIOS es mucho más grande que nuestro problema más grande.
Que todos esos pensamientos que entraron en algún momento de nuestra vida.
Dios nos da pensamientos buenos conforme al propósito que Él tiene para cada uno de nosotros, pensamientos verdaderos que nos llevarán a ser las personas que DIOS hizo conforme a Su voluntad.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.
Jeremías 29. 11.
Dios les bendiga abundantemente.
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