LECTURA DIARIA:
Eclesiastés 4
El Predicador se fija en aquellos que sufren opresión. En una declaración apasionada, halla que los oprimidos no tienen quien los consuele y que el poder está en manos de sus opresores. Debido a estas dos cosas, los oprimidos no tienen esperanza.
El Predicador concluye que los muertos están mejor que los oprimidos que aún viven. Si todo lo que la vida puede ofrecer es opresión, lo mejor es no haber nacido. Pero esta expresión apasionada no constituye el veredicto final del Predicador sobre el valor de la existencia humana
El necio es víctima de su propia ociosidad. Otro tema menor que recorre el libro es que trabajar con moderación otorga dignidad a la persona; pero si el trabajo es excesivo y la absorbe por completo, de nada aprovecha: Porque un poco descansadamente es mejor que mucho con aflicción de espíritu.
Algunas personas son perezosas mientras que otras son adictas al trabajo. Ambos extremos son necios e irresponsables. El antídoto para ambos es el trabajo arduo pero con moderación.
Cuando se trabaja solo y sin nadie a quien legar las riquezas, el ser humano sufre privaciones por gusto. Le sería mejor tomarse un poco de tiempo para disfrutar lo que tiene, antes que consumirse completamente tratando de tener más.
Existen ventajas al cooperar con otros. La vida no está diseñada para el aislamiento, sino para el compañerismo; no para la soledad, sino para la intimidad. Algunas personas prefieren el aislamiento debido a que sienten que no pueden confiar en nadie. Sin embargo, no estamos aquí en la tierra para servirnos a nosotros mismos, sino para servir a Dios y a los demás.
Un matrimonio son los «dos» que, según Dios ordena, deben enfrentar los problemas de la vida juntos.
Ser promovido y llegar a la cima es vanidad. La posición, la popularidad y el prestigio son metas deficientes para el trabajo en la vida. A pesar de que muchos los buscan, son sombras sin sustancia. Muchos buscan reconocimiento por sus logros; pero las personas son variables, y cambian con rapidez y facilidad. Cuánto mejor es buscar la aprobación de Dios. Su amor nunca cambia.
En el versículo 16, la injusticia es tratada aquí como “opresión”. Manifiesta una actitud distinta, ante la injusticia la seguridad de la justicia de Dios, ante la opresión la melancólica reflexión de que sería mejor morir o no haber nacido.
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