Nivel I – Lección #4
“Porque donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Dijo Jesús (Mateo 18. 20).
La Meta – Entender la importancia y maneras de involucrarse en la comunidad cristiana.
Aprender la importancia de compartir con otros cristianos.
El Bautismo y la Santa Cena
Pregunta – Hay quienes dicen -
“Yo amo a Dios, pero no creo que es
necesario congregarme con otros Cristianos.” ¿Cómo los contestamos?
No hay un cristiano “llanero solitario”.
¡La Vida Cristiana se Vive en Comunidad!
Ser cristiano solo, es como estar casado –
¡solo!
-
Es
imposible crecer como cristiano sin tener amistad y compañerismo con otros
creyentes.
“…los
unos a los otros…”
En el Nuevo Testamento se usa la expresión, “los unos a
los otros,” un sin número veces. “Amad
los unos a los otros.” “Servid los unos
a los otros.” “Perdonad los unos a los
otros,” etc. El mensaje es obvio. Para ser fiel a Dios y crecer en madurez
Cristiana, es imprescindible compartir con otros cristianos y servir a Dios
juntos. En la vida Cristiana, ¡No
hay llanero solitario! ¡La vida Cristiana se vive en comunidad!
La Iglesia es el Cuerpo de Cristo
¡Nos necesitamos!
¡La Iglesia es un Organismo Vivo y no una
Organización! La iglesia se llama el
cuerpo de Cristo. Hay una conexión orgánica entre cada creyente en Jesús. Todos tenemos un papel particular que
desempeñar en su cuerpo. Si el cuerpo
falta un miembro, todo el cuerpo sufre terriblemente. Esta conexión vital en la comunidad Cristiana
también significa que no podemos sobrevivir espiritualmente aparte de la
iglesia. ¡Un miembro desconectado del
cuerpo no puede sobrevivir! Jesús dice
claramente que “donde hay dos o tres congregados en mi nombre – allí estoy yo
en medio de ellos.” (Mateo 18.20). Si queremos conocer a Cristo – tenemos que
compartir con otros cristianos. ¡No hay
otra opción!
¡Comprométase a no ser un cristiano “dominguero”!
El primer paso es comprometerse con una iglesia
Cristiana. Este compromiso requiere acción y seguimiento.
Como Compartir con el Cuerpo de Cristo.
Asistir a cultos y
actividades. Un carbón solo se enfría
rápidamente.
Hacer amigos Cristianos.
Nos contagiamos el uno del otro.
“Enséñame con quién andas, y te enseño quien eres.”
Servir siempre en alguna manera.
Identificar nuestros dones y talentos.
Buscar oportunidades para ayudar a los demás.
Arreglar sillas antes de una clase.
Ayudar a cuidar niños durante cultos.
Saludar a una persona nueva.
Recoger papeles después de servicios….etc.
Jesús lavó los pies a los discípulos para enseñarles el
corazón del servicio. Tal servicio
no requiere una carga formal. Oportunidades hay para ayudar si estamos
buscándolas.
Recuerdos
Palpables de la Salvación.
Dios sabe que seres humanos fácilmente olvidamos de las
realidades espirituales. Por esto, el
Señor instituyó dos actos proféticos que dramatizan la realidad de nuestra
salvación - el Bautismo y la Santa Cena.
El
Bautismo en Agua
Nos Identifica como Seguidores de Jesús.
Después de aceptar a Cristo, el bautismo es la forma
principal de identificarse como una “nueva criatura” – un seguidor de
Jesucristo. Es una declaración pública de nuestra identidad en Cristo. Es como la circuncisión para los judíos. Se distinguieron a través de la circuncisión
de niños. Los distinguió de todas las
otras naciones.
Nos Recuerda de nuestro Compromiso con Cristo.
¡El bautismo no se olvida!
Representa
la muerte a nuestra vida anterior - Es
un “entierro” del viejo “yo.”
El Bautismo Representa el Entierro del Viejo “Yo”
En
cierta forma, el bautismo es un entierro.
Simbólicamente, morimos con Cristo, se entierra el viejo “yo,” y somos
levantados una nueva persona en Cristo.
En este acto, dramatizamos la muerte y resurrección de Cristo, y nos
identificamos con él.
Cuando el acusador, Satanás, te condena y dice – “¡Este
pecador merece la muerte!” Puedes decir,
-
¡Me bauticé! ¡Este
acto me recuerda siempre que por fe, morí con Cristo, y que él pagó el precio
por mis pecados!
¿Por qué practicamos el bautismo por sumersión?
Es símbolo de Entierro - La sumersión representa una
muerte, y nuevo nacimiento.
La palabra “bautizo” en el griego del Nuevo Testamento,
significa, sumergirse; empaparse;
saturarse.”
Simboliza entrega total con Jesús. Se confía a los brazos del bautista.
Representa limpieza total en Jesús.
Hay comparaciones Bíblicas.
El arca de Noé pasó por las aguas del diluvio.
El pueblo de Israel pasó por el Mar Rojo.
¿Es necesario bautizarme si ya me bauticé cuando niño?
Sí. Nadie “nace cristiano.” Todos tenemos que aceptar a Cristo y nacer
espiritualmente – nacer de nuevo - para ser salvo. La Biblia enseña que el bautismo representa
esta transformación espiritual. Es
decir, el bautismo es para los que ya han experimentado el nuevo
nacimiento. El bautismo de un bebe, que
no tiene entendimiento de lo que está pasando, no tiene significado
espiritual. Por lo tanto, presentamos
los bebes al Señor, pidiendo bendición
en sus vidas para que puedan aceptar a Jesús un día por su propia voluntad.
¿Una persona se tiene que bautizar para ser salva?
No. La
Biblia enseña claramente que la salvación es “por gracia, mediante la fe; no por obras, para que nadie se gloríe.”
(Efesios 2.8-9).
El ladrón crucificado al lado de Jesús se arrepintió y
puso su fe en Jesús. Por esta fe, el
Señor le aseguró de que estaría con él en el paraíso ese mismo día. Nunca se bautizó. Nunca asistió a un culto.
La salvación no se gana. ¡Se recibe!
El bautismo no es una forma de ganar la salvación. Antes bien, sirve como una expresión pública
de una fe privada. Es una declaración
inolvidable para todo el mundo - ¡Yo pertenezco a Jesús!
La Santa Cena
“Porque yo recibí del Señor
lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado,
tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi
cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomo también la copa, después de
haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto
todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este
pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.” (1 Corintios 11.23-26).
La Santa Cena es un Memorial de la Muerte de Jesús.
¡La Santa Cena nos Recuerda del Sacrificio de Jesús!
¡La Salvación es más importante que todo! Por esto, Jesús instituyó la Santa Cena como
un recordatorio espiritual – una ceremonia regular para recordarnos de su
muerte en la cruz. No creemos que el pan
se cambia para ser carne humana, pero sí representa el cuerpo de Cristo. Es un acto sagrado y profético, infundido por
la presencia del Espíritu Santo.
La Santa Cena Reemplaza la Pascua de los Judíos – Jesús
es el Cordero Sacrificado
La Pascua les recordaba a los judíos de su salvación de
Egipto.
En la noche que Dios les salvó a los Israelitas de la esclavitud
en Egipto, él designó que se matara a un cordero en cada casa. La familia puso la sangre sobre el dintel de
la casa, y se sentó para comer el cordero.
En la noche, el ángel de la muerte pasó por todo Egipto, matando a cada
primogénito de cada casa que no fuera marcada con la sangre del cordero. Salieron todos los Israelitas de Egipto en
aquella noche, escapando a través del Mar Rojo.
Para recordar esa salvación tan grande, el Señor designó que se comiera
la “cena pascual” cada año, en memoria de lo que Dios hizo para salvarlos de su
esclavitud.
Jesús comió esta cena pascual con sus discípulos antes de
ser crucificado, y explicó que el cordero lo representaba a él, y su muerte en
la cruz. Desde ese momento en adelante,
la Santa Cena reemplazó la Pascua para cristianos en memoria de la crucifixión
de Jesús.
La Santa Cena es una Reafirmación de nuestra fe en Jesús
Cuando tomamos de la Santa Cena, afirmamos de nuevo que
su muerte nos salvó. Celebrar la Santa
Cena es como renovar los votos matrimoniales.
La Santa Cena se debe tomar con Reverencia.
Pablo escribe estas palabras para advertir a los Corintios,
quienes menospreciaban la Santa Cena.
“De manera que cualquiera
que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado
del cuerpo y de la sangre del Señor. Por
tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la
copa. Porque él que come y bebe
indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados
entre vosotros, y
muchos duermen. Si, pues, no examinásemos a nosotros mismos,
no seríamos juzgados.” (1 de Corintios 11.27-31).
¡Con
Dios no se juega! Debemos confesar
nuestros pecados al Señor antes de participar.
No tenemos que ser perfectos, pero si tenemos que ser sinceros.
Preguntas
de Comprensión
¿Cómo
contestamos al “llanero solitario” que diga?
“Yo amo a Dios, pero no creo que es necesario congregarme con otros
Cristianos.”
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¿Cuáles
son las formas de compartir en la iglesia?
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¿Cuáles
son los dos “ordenanzas sagradas” de la iglesia?
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¿Qué
hace el Bautismo para el creyente?
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¿Por
qué practicamos la sumersión en agua?
Anota tres razones.
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¿Es
necesario bautizarme si ya me bauticé cuando niño? ¿Por qué sí o por qué no?
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¿Una
persona se tiene que bautizar para ser salva? ¿Por qué sí o por qué no?
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¿Qué
es la función de la Santa Cena?
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¿Qué
representa la “cena pascual” de los Judíos?
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