UN MOMENTO CON DIOS
Nunca miremos atrás
“Cuando ya estaban fuera de la ciudad, uno de los ángeles dijo: —¡Corre, ponte a salvo! No mires hacia atrás, ni te detengas para nada en el valle. Vete a las montañas, si quieres salvar tu vida”. (Génesis 19. 17)
Dios nos hizo para ser
victoriosos. Desde un principio el propósito de Dios era que el hombre
sojuzgara la tierra es decir que la gobernara.
Pero si el propósito de Dios
es que seamos victoriosos entonces ¿por qué podemos ver a tanta gente y sobre
todo a cristianos que viven en fracaso?
La culpa definitivamente no es
de Dios el todo lo dispuso en la creación para que el hombre fuera de triunfo
en triunfo.
Hay algo que ha determinado el
fracaso del hombre.
Este mal se ha entronizado en
el corazón de mucha gente. Este mal es que al hombre le cuesta mantener su
mirada en la meta. Siempre encuentra algo que lo desvía de lo que quiere. Este
mal es mirar hacia atrás y no hacia adelante.
Lot tuvo el privilegio de
poder experimentar la presencia de Dios. “Llegaron, pues, los dos ángeles a
Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y
viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,”
Lot había experimentado la
protección directa de Dios. “Entonces los varones alargaron la mano, y metieron
a Lot en casa con ellos, y cerraron la puerta.” tuvo la oportunidad de ver a
Dios en acción.
Lot había logrado algo
maravilloso la misericordia de Dios gracias a la intercesión de su tío Abraham.
La esposa de Lot estaba con él
y es apenas lógico que ella también experimento todas estas vivencias
maravillosas con Dios. Pero a pesar de todo esto asombroso ella cometió un
error…Miro hacia atrás. “Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él,
y se volvió estatua de sal”
Muchos cristianos teniendo
muchas cosas por las cuales agradecer a Dios y por lo cual deberían vivir
felices no lo pueden lograr porque todavía les cuesta dejar de mirar atrás.
Mirar atrás es anhelar lo que
hemos dejado. Dios no castigo a la mujer de Lot solo por mirar, lo que sucede
es que ella todavía tenía dolor por desprenderse de lo que dejaba.
El pueblo de Israel empezó a
fallar porque recordaba y vivía del pasado. No podía olvidar la comodidad de
Egipto. (Éxodo 16. 3)
El vivir del pasado nos
encadena. Hay personas que no pueden avanzar porque viven de lo que paso de lo
bueno o de lo malo que hicieron. Como cristianos tenemos que caminar no mirando
atrás. (Filipenses 3.12 - 14). “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea
perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui
también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya
alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta, al premio
del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.
Dios les bendiga abundantemente.
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