UN MOMENTO CON DIOS
La decisión de elegir el
camino
“Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte. Aun en la risa tendrá dolor el corazón; Y el término de la alegría es congoja” (Proverbios 14. 12 - 13)
Al tocar el tema sobre Dios
con algunas personas, una de las objeciones es: “yo creo en Dios a mi manera”.
La pregunta es ¿cómo se puede concebir a un Dios tan grande y santo en la
imperceptible mente humana, si no se lo ha conocido a través de la Biblia?
El hombre decide y dispone de
su propio camino, por su libre albedrío, lo grave es que siempre está dispuesto
a hacer las cosas que su naturaleza pecaminosa le dictan, cosas que desagradan
a Dios. Es más fácil mentir y engañar que sostener la verdad, más fácil ser
orgulloso y soberbio que humilde, más fácil apresurarse al mal que a hacer el
bien, más fácil odiar que amar y perdonar. Caminar sin Dios trae consecuencias
adversas en la vida de aquel que ha decidido darle la espalda.
La Biblia nos conduce al
camino correcto y dice: “Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por
ello te vendrá bien. Toma ahora la ley de su boca, Y pon sus palabras en tu
corazón. Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; Alejarás de tu tienda
la aflicción; (Job 22. 21 - 23). “Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas;
¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14. 5 – 6)
Hoy puede ser un día de
reconciliación con Cristo, aceptándole como Señor y Salvador, quien nos amó y
nos sigue amando tanto que dio su vida por nosotros, para darnos salvación y
este regalo tan grande debe producir en nosotros frutos de arrepentimiento,
vida abundante, llena de gozo y bendición.
Es nuestra decisión vivir en
victoria o en derrota, pues, vivir en bendición es una decisión.
Dios les bendiga abundantemente.
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