UN MOMENTO CON DIOS
Ciegos espirituales
“Sordos, oíd, y vosotros, ciegos, mirad para ver. ¿Quién es ciego, sino mi siervo? ¿Quién es sordo, como mi mensajero que envié? ¿Quién es ciego como mi escogido, y ciego como el siervo del Señor, que ve muchas cosas y no advierte, que abre los oídos y no oye?” (Isaías 42. 18 - 20)
“En aquel tiempo los sordos
oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la
oscuridad y de las tinieblas.” (Isaías 29. 18)
Somos ciegos cuando vemos y
reconocemos lo que es correcto pero no lo hacemos, cuando escuchamos con
nuestros oídos pero en realidad no prestamos atención. Dios nos está llamando
al arrepentimiento, a volver a sus caminos, a cumplir la misión de hablar y dar
testimonio de Jesús. Nos ha enviado como mensajeros, pero ¿estamos verdaderamente
entregando el mensaje de Dios?, ¿estamos advirtiendo a la humanidad lo que
viene?
Imaginemos que enviamos un
mensajero con un recado urgente que determina la vida de alguien y este
mensajero se demora, se distrae con otras cosas y entrega el mensaje cuando ya
es muy tarde.
Así estamos nosotros, dormidos
en nuestra comodidad moderna, como dice la escritura “Yo soy rico, y me he
enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un
desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.” (Apocalipsis 3. 17 - 18).
Somos realmente ciegos, mudos
y sordos, cuando no anunciamos el mensaje de Cristo, cuando no lo ponemos en
práctica y cuando escuchamos de la injusticia, pero no hacemos nada para hacer
la diferencia, sin practicar la justicia y sin dar ejemplo de lo que es
correcto a los ojos de Dios.
Oremos para que desde hoy sean
abiertos los ojos de nuestro entendimiento, sepamos a qué esperanza fuimos
llamados, que sea nuestra boca de donde salga el mensaje del evangelio de
Jesucristo, que estén nuestros oídos atentos a escuchar la voluntad de Dios y
que esté dispuesto nuestro corazón a ejecutar lo que Dios dice.
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario