UN MOMENTO CON DIOS
Llamados por nuestro nombre.
“… yo te llamé por tu nombre, tú eres mío.” (Isaías 43. 1)
A diario nos llegan noticias
nuevas e imágenes de refugiados. Hemos visto muchas escenas de personas
desoladas, apiñadas en una travesía peligrosa por el mar o en su larga marcha
hacia la seguridad de una vida nueva. En una de esos videos se veía la imagen
de una multitud que hacía presión contra un alambrado de púas, imposible de
atravesar.
Entonces fue que por sobre la
voz del comentarista que se escuchó la voz de alguien llamando; «¡Zaria!».
De pronto ya no vimos una multitud sino individuos. Al igual que Zaria, cada
uno tiene su propia historia, sus propias experiencias del horror, miedo,
pérdidas, dolor y sacrificios vividos, sus propias esperanzas, fe y amores.
Jesús nos enseñó que, si bien
el amor de Dios es para todo el mundo, también es a nivel muy personal.
Jesús compara a Dios con el
pastor perfecto que conoce cada una de sus ovejas por su nombre. El Señor
sufrirá por cada uno y con cada uno para asegurarse que nadie se pierda.
Debemos orar por esas vidas
sabiendo que Dios ama y se preocupa por cada uno de ellos. Ya no en forma
impersonal, sino de la compasión más íntima, más cercana a la forma en que
Dios nos ama a cada uno de nosotros.
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario