UN MOMENTO CON DIOS
El buen alimento espiritual
“Y el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace brillar el rostro, y el pan que sustenta la vida del hombre.” (Salmo 104. 15)
¡Que rico y delicioso es disfrutar de una buena comida y bebida! Cuando salimos contentos y satisfechos de un restaurante fluye de nosotros un: - ¡valió la pena venir a este lugar! -.
El "sentarse a la
mesa" tiene un significado profundo, más allá de ser saciados y
alimentados. El "sentarse a la mesa" implica también comunión e
intimidad. Es un momento especial, que debe venir acompañado de una bebida y
comida especial.
En las cosas de Dios sucede lo
mismo. Cada día somos invitados a la “mesa” del Señor para disfrutar de una
rica bebida y comida espiritual.
El pasaje de hoy utiliza las
palabras “vino”, “pan” y “aceite” para simbolizar una acción definida del
Espíritu Santo. El vino representa el óleo de gozo que viene para sanar
nuestras tristezas internas; el pan representa el alimento espiritual que viene
del cielo para fortalecernos y darnos salud; el aceite representa la protección
contra las presiones de la vida.
Cuando alguien se atreve con
fe a sentarse en la mesa, con el Señor, recibimos todos estos beneficios. La
intimidad con Dios incluye sentarnos a su mesa, donde los manjares celestiales
están disponibles para ser saciados.
Hay cristianos raquíticos
espirituales que nunca se han sentado a la mesa del Padre, y sólo se han
conformado con las migajas del reino. Elige en este día lo mejor, y tu vida
interior resultará saciada como jamás lo imaginaste ¡porque Cristo realmente
satisface!
Dios les bendiga
abundantemente.
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