UN MOMENTO CON DIOS
La buena batalla
Pelea la buena batalla de la fe; no dejes escapar la vida eterna, pues para eso te llamó Dios y por eso hiciste una buena declaración de tu fe delante de muchos testigos. (1 Timoteo 6. 12)
La Palabra de Dios afirma que como cristianos estamos envueltos en una batalla invisible pero real. Esta batalla se desarrolla en el mundo espiritual, entre Dios y las fuerzas del mal, y sus resultados se ven aquí en la tierra.
¿Por qué nosotros, como
cristianos, estamos envueltos en esta batalla? La respuesta es que antes de
conocer a Cristo y recibirle como nuestro Salvador, vivíamos en el reino de las
tinieblas a merced del diablo y sus secuaces. Vivíamos en el reino del pecado y
la maldición. Al llegar a nuestros oídos la buena nueva del Evangelio, y ver
que existía una salida de ese reino de terror, decidimos creer en Cristo como
nuestro Libertador. El intervino y nos sacó de ese reino maldito y nos trasladó
al reino bendecido de Dios.
A partir de allí fuimos
considerados por el diablo como "traidores" de su reino, por eso el
busca nuestra cabeza. Lo que el enemigo no ha tenido en cuenta es que en el
reino que vivimos el Rey es Cristo, aquel que lo venció una vez y para siempre
en la Cruz del calvario.
Esa misma autoridad que Cristo
ha tenido sobre el enemigo, ha sido delegada a nosotros hoy aquí en la tierra
para que podamos vivir en victoria.
La batalla que enfrenta el
cristiano contra las fuerzas del mal es una buena batalla. ¿Sabemos por qué?
Porque ya ha sido ganada de antemano por nuestro Gran Señor Jesucristo.
¡Es tiempo de dejar de vivir
atemorizados por el enemigo y levantarnos en victoria con el poder de Dios! ¡Hemos
sido diseñado, como cristianos, para pelear y ganar la buena batalla de la fe!
Dios les bendiga abundantemente.
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