LECTURA DIARIA:
Deuteronomio capítulo 15
La ley de la remisión de deudas estaba relacionada con el año sabático el cual ordenaba que la tierra tenía que quedar sin ser cultivada por un año, en el séptimo año. La ley israelita demandaba que cada siete años debía haber una remisión de deudas en Israel. La palabra remisión (heb. semittah) significa “abandonar”. La idea detrás de semittah es una referencia al abandono de la tierra durante el año sabático. En el séptimo año, el año en que la tierra quedaba en barbecho, una persona pobre no tenía que pagar sus deudas.
La ley de remisión no se aplicaba al extranjero.
El propósito de la ley de remisión era aliviar la pobreza de un ciudadano israelita.
La obediencia absoluta a la palabra de Dios por el pueblo de Israel produciría gran abundancia en la tierra. Tan grande sería la abundancia que iban a disfrutar que la pobreza desaparecería de Israel. Por medio de la obediencia a las leyes de Dios, sería tan próspero que la nación nunca necesitaría tomar prestado de ninguna otra nación, sino que Israel prestaría a las otras naciones. Además, Israel nunca sería conquistada por los imperios políticos, sino que sería una nación dominante en el mundo.
El ideal de la ley era la eliminación de la pobreza en Israel. Pero la realidad es que había personas necesitadas. Por esta razón, ninguno podía endurecer su corazón y cerrar las manos generosas a una persona pobre.
Esta ley enseña cómo los ciudadanos israelitas más prósperos debían tratar el problema: “No endurecerás tu corazón ni le cerrarás tu mano a tu hermano necesitado”. Endurecer el corazón era simbólico del pecado humano.
Después de servir seis años como esclavo, trabajando para pagar su deuda, el amo del esclavo debía despedir a su esclavo, pero no podía enviarlo con las manos vacías.
La ley exigía que el esclavo no podía ser liberado sin nada, sino que su amo debía darle una provisión generosa de las ovejas, de la era y del lagar. El propósito de esta dádiva era ayudar al esclavo hebreo a empezar su nueva vida como hombre libre e independiente.
La ley reconocía el trabajo del esclavo y que por medio de su trabajo Dios había prosperado la casa de su amo.
La ley que regulaba la presentación de los diezmos incluía la presentación de los primogénitos de los animales. La ley de los primogénitos originalmente se aplicaba a todos los machos, tanto de los animales como de los israelitas.
El sacrificio era comido por la familia en una cena ceremonial en el templo. La prohibición de sacrificar animales con defecto se aplica también a todos los primogénitos de los animales.
La única condición era que la persona que sacrificaba el animal para comer en su casa tenía que observar la ley acerca de la sangre. La ley prohibía comer la sangre, por lo tanto, tenía que ser derramada sobre la tierra como agua.
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