LECTURA DIARIA:
Deuteronomio capítulo 12
Este capítulo presenta el mensaje central del libro de Deuteronomio. Las leyes que aparecen constituyen las leyes del pacto o el Código Deuteronómico. El énfasis es la centralización del culto de Dios en el único santuario. El propósito de las leyes relacionadas con la adoración del pueblo en el santuario único era el de promover la integridad de la religión de Israel y la adoración exclusiva de Dios.
La ley del altar presupone diversos santuarios en Israel, pero la centralización del culto presupone un santuario único donde Dios debe ser adorado. La selección de Jerusalén como el lugar donde el santuario central iba a ser edificado sucedió por causa de la asociación de la ciudad con David y por causa del pacto que Jehová había hecho con él.
El templo en el monte Sion fue el lugar específico que Dios seleccionó para manifestar su nombre y establecer su residencia en Israel.
El propósito era asegurar que Israel iba a ser fiel en su adoración a Dios y mantener su relación con Dios establecida por medio del pacto en el monte Sinaí.
Las leyes que establecen el culto de Jehová en el santuario central era una aplicación de los Diez Mandamientos a la vida social, civil y religiosa del pueblo de Israel.
La centralización de la adoración de Dios en el templo único presupone la destrucción de los santuarios donde se adoraba a los dioses cananeos. La exclusividad de Dios en la vida religiosa de Israel está basada en el primer mandamiento donde Dios es introducido como el único Dios de Israel. Dios había redimido a su pueblo de la casa de servidumbre. La redención de Israel de la esclavitud de Egipto fue una demostración visible de que Jehová era un Dios poderoso y como tal, él no podía ser comparado con ningún otro Dios.
Toda la congregación debía ir delante de Dios en el lugar escogido y allí presentar sus ofrendas. El sacrificio de animales tenía un motivo religioso y un motivo humanitario, el de proveer alimentos para las personas pobres en la sociedad israelita. Según las instrucciones de Levítico 1, los animales ofrecidos en holocausto eran quemados por completo sobre el altar. La persona que ofrecía el sacrificio ponía su mano sobre la cabeza del animal como símbolo de su identificación con el animal y de la expiación de su pecado y de su reconciliación con Dios.
Los sacrificios eran ofrendas de gratitud a Dios. El propósito de los sacrificios era expresar acción de gracias por bendiciones recibidas de Dios. La persona que sacrificaba celebraba una fiesta de comunión delante de Dios con su familia y amigos.
Los diezmos, o la décima parte del grano, del vino, del aceite y de la primicia de los animales, eran presentados en el templo como una expresión de adoración a Dios.
Las ofrendas alzadas eran sacrificios levantados ritualmente delante de Dios para indicar que la porción del sacrificio era entregada a Dios. Todas las ofrendas presentadas a Jehová debían ser traídas al santuario y ser ofrecidas según las estipulaciones de la ley. La presentación de los sacrificios en el templo durante los festivales eran ocasiones de gozo y celebración por las bendiciones recibidas de las manos de Dios.
Termina con una exhortación contra la idolatría y contra la participación de los israelitas en las prácticas religiosas de los cananeos.
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