martes, 20 de febrero de 2024

Un momento... Perseverancia

 


UN MOMENTO CON DIOS

Perseverancia

 

"No quiero decir que haya logrado ya ese ideal o conseguido la perfección, pero me esfuerzo en conquistar aquello para lo que yo mismo he sido conquistado por Cristo Jesús. Y no me hago la ilusión, hermanos, de haberlo ya conseguido; pero eso sí, olvido lo que he dejado atrás y me lanzo hacia adelante en busca de la meta, trofeo al que Dios, por medio de Cristo Jesús, nos llama desde lo alto." (Filipenses 3. 12 – 13)

 

En medio de las crisis de la vida, la actitud es lo que cuenta. ¿Cómo reaccionamos? ¿Qué hacemos? ¿A quién vamos para buscar ayuda?

"Por tanto, a ti, Señor, miran mis ojos. En ti he confiado: no desampares mi alma." (Salmos 141. 8)

¿Nos hemos puesto a observar la actitud de los pájaros ante las adversidades? Están días y días haciendo su nido, recogiendo materiales a veces traídos desde largas distancias, para poner los huevos. Las inclemencias del tiempo o la obra del ser humano o de algún animal lo destruye y tira por suelo lo que con tanto esfuerzo se logró. ¿Qué hace el pajarito? ¿Se paraliza, abandona la tarea? De ninguna manera. Vuelve a comenzar, una y otra vez, hasta que en el nido aparecen los primeros huevos. A veces, muchas veces, antes de que nazcan los pichones algún animal, un niño, una tormenta, vuelve a destruir el nido, pero esta vez con su precioso contenido. Duele recomenzar desde cero. Pero aun así el pajarito jamás enmudece ni retrocede, sigue cantando y construyendo, construyendo y cantando.

¿Hemos sentido que nuestra vida, nuestro trabajo, nuestra familia, nuestros amigos no son los que soñamos? ¿Hemos querido decir basta, no vale la pena el esfuerzo, esto es demasiado para mí?

¿Estamos cansados de recomenzar, del desgaste de la lucha diaria, de la confianza traicionada, de las metas no alcanzadas cuando estabas a punto de lograrlo?

Así nos golpee la vida una vez más no nos entreguemos nunca, oremos, pongamos nuestra esperanza al frente y arremetamos. No nos preocupemos si en la batalla sufrimos alguna herida, es de esperar que algo así suceda. Juntemos los pedazos de nuestra esperanza, armémosla de nuevo y volvamos a arremeter. No importa lo que pase, no desmayemos, sigamos adelante.

La vida es un desafío constante, pero vale la pena aceptarlo. Y sobre todo, nunca olvidemos que Dios va a nuestro lado abriendo el camino y guiándonos para darnos la victoria.

"Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque El Señor, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas." (Josué 1. 9)

Dios les bendiga abundantemente.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario