UN MOMENTO CON DIOS
Cuando no entendemos
“Mas él conoce mi camino: si me prueba, saldré como el oro” (Job 23. 10)
Desde una edad muy temprana,
los niños preguntan: ¿Por qué? Dicha búsqueda de razones no es algo
que se pierda con la edad. Como adultos, sobre todo durante los tiempos de
oscuridad cuando no podemos entender lo que el Señor está haciendo, tendemos a
pensar: Si pudiera saber por qué, entonces sería más fácil de soportar.
En su sufrimiento extremo, Job
experimentó dolor y frustración por el silencio de Dios. Anhelaba presentar su
caso y escuchar lo que el Señor le diría. Pero incluso cuando el Señor no
respondió de inmediato, Job se aferró a ÉL y confió en lo que sabía que era
verdad: “Mas él conoce mi camino: si me prueba, saldré como el
oro” (Job 23. 10)
Al igual que Job, nosotros
debemos encauzar nuestras emociones y respuestas a través de la verdad de la
Palabra de Dios. De lo contrario, podríamos sentirnos tentados a dudar de la
bondad y del amor de nuestro Padre Celestial, ya que no son fácilmente visibles
en medio del dolor y los problemas.
Pero si confiamos en lo que
las Escrituras revelan acerca del carácter y los caminos del Señor, podemos
soportar la aflicción con firmeza, tanto si ÉL nos explica el por qué como si
no lo hace. Después de todo, Dios nunca nos garantizó respuestas durante
nuestro tiempo en este mundo, pero sí prometió estar con nosotros.
“Y
Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te
desamparará; no temas ni te intimides”. (Deuteronomio 31. 8)
Dios les bendiga
abundantemente.
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