Un momento... Apropiémonos de las promesas de Dios

 

UN MOMENTO CON DIOS

Apropiémonos de las promesas de Dios

 

 “Mantengámonos firmes, sin dudar, en la esperanza de la fe que profesamos, porque Dios cumplirá la promesa que nos ha hecho.” (Hechos 10. 23)

 

Es triste decirlo, pero el mundo en que vivimos con frecuencia le da poco valor a las palabras. Hemos visto a políticos que, después de ser elegidos, se retractan de las promesas hechas en su campaña. La gente jura decir la verdad en los tribunales, pero recurren a mentiras para protegerse. Es difícil saber en quién podemos confiar.

Afortunadamente, tenemos a Alguien que cumple Su palabra y que nunca cambia. Como nos dice el versículo de hoy: "Dios cumplirá la promesa que nos ha hecho".

Ya que podemos tener la confianza de que el Señor hará lo que dice, debemos familiarizarnos con Sus promesas. La Biblia está llena de ellas. Por ejemplo, Jesús aseguró a sus discípulos: "En la casa de mi Padre muchas moradas hay. De otra manera, os lo hubiera dicho. Voy, pues, a preparar lugar para vosotros" (Juan 14. 2). Y Hebreos 13. 5 garantiza: "Nunca te abandonaré ni jamás te desampararé".

¿Por qué razones hace promesas el Señor?

Una razón es que ellas revelan Su carácter. Por ejemplo, Su seguridad de no abandonarnos muestra Su amor. Y porque cumple cada promesa que hace, Su poder y soberanía se hacen evidentes.

Segundo, las promesas cumplidas por Dios le traen gloria a ÉL al dejar que otros vean Su bondad y cuidado.

Finalmente, Sus firmes promesas nos ofrecen esperanza y consuelo en medio de las dificultades.

En un mundo cambiante donde las promesas se rompen con frecuencia, es tranquilizador el hecho de que servimos a un Dios que cumple Su palabra.

Si nos apropiamos de las promesas del Señor con el espíritu y la motivación correcta le honraremos, recibiremos lo que pidamos y tendremos mayor intimidad con nuestro amoroso Padre Celestial.

Apartemos un tiempo para darle gracias por la esperanza que dan Sus promesas, y también por la manera con que estas revelan Su carácter.

Dios les bendiga abundantemente.